Los bateeiros de Bueu vuelven a alzar la voz por segundo día consecutivo por la situación de "descontrol" y "caos" en el muelle donde realizan la descarga de mejillón. La situación ayer era si cabe más grave puesto que era lunes y hubo movimiento de descarga, que estuvo condicionado por la presencia de automóvile estacionados en varias hileras a lo largo de todo el espigón. Los autmóviles obstaculizaban la maniobra de los camiones e incluso su acceso a la rampa de báscula de pesaje.

Las quejas de los bateeiros tuvieron ayer una primera respuesta por parte de Portos de Galicia, que es el ente responsable de la zona. A mediodía envió desde Pontevedra a policías portuarios para inspeccionar la zona y realizar un informe. "Lo que queremos es que se tomen medidas. Esta situación es un peligro para todos: los coches están estacionados en medio, hay gente pasando constantemente y es un verdadero problema de seguridad porque los barcos están descargando y los camiones entran y salen", afirman los bateeiros. Los usuarios del puerto en principio no están por la labor de que se multe indiscriminadamente a los conductores, tal como trasladaron ayer a Portos, sino que reclaman otro tipo de medidas que limiten el acceso a una zona de trabajo. "El domingo estaba también lleno y es un día en el que nosotros también podemos trabajar si no hay toxina, como es el caso", alegan.

El colapso ayer -día de mercado y principios de agosto- era más que evidente en los accesos a la zona portuaria, con vehículos estacionados en todo el puerto e ignorando las líneas y los cebreados amarillos, dificultando aún más las maniobras de entrada y salida del puerto.