El Corredor do Morrazo vuelve a estar abierto. Tal y como se había anunciado, ayer a las 17.00 horas los operarios de las empresas constructoras de los dos primeros subtramos de la futura autovía retiraban las vallas dispuestas en los últimos cuatro meses en el acceso desde la rotonda de Domaio y en el enlace de Meira. Desde el 2 de noviembre los primeros seis kilómetros de la principal arteria de comunicación de O Morrazo estuvieron cerrados por las obras de desdoblamiento, con la salvedad del periodo navideño, cuando se produjo una breve reapertura temporal. Ayer, inmediatamente después de retirar las vallas, accedieron los primeros coches.

Las repercusiones positivas no se hicieron esperar. La hora de mayor densidad de tráfico de los viernes, a partir de las seis de la tarde, no dejó atascos ni circulación lenta en las carreteras interiores de Moaña. Y es que este municipio sufrió la peor parte del corte, con atascos en las horas punta debido a los morracenses que se desplazan diariamente a Vigo y que tenían que atravesar Moaña.

El corte se decretó por el comportamiento imprevisible y peligroso de varios taludes durante las voladuras con dinamita. La Consellería de Infraestruturas decidió cerrar la carretera para realizar los desmontes con plena seguridad para los usuarios y para los trabajadores de las constructoras. La reapertura se prolongó un mes más de lo previsto inicialmente, en buena medida por la complejidad del desmonte del gran talud de A Borna, con más de 50 metros de altura, en el subtramo 2. La empresa Dragados consiguió, durante este periodo de cierre, acometer la totalidad del desmonte necesario en este punto. En el primer subtramo, el que se encuentra más avanzado en la parroquia de Domaio, los desmontes están ejecutados ya a más del 80%, según la empresa Copasa.

En los próximos meses está previsto que se tengan que decretar cortes puntuales para nuevas voladuras, aunque en un principio no superarían la media hora.

La construcción del segundo Viaducto da Moura avanzó también durante este periodo. Con ayuda del lanzavigas, ya cuentan con tablero los primeros seis vanos, de los once que tiene toda la estructura. Todo el tablero estará terminado en tres meses. Después solo restará construir los bordillos, las barras de seguridad y asfaltar la calzada.

Durante los últimos días los operarios de ambas empresas constructoras se emplearon en retirar la capa de tierra de más de un metro y la malla que se extendió para proteger la calzada de los daños generados por las piedras precipitadas desde los taludes. También fue necesario reasfaltar unos 300 metros de vial en Meira y repintar toda la señalización horizontal, para que la reapertura de ayer se produjese en condiciones de seguridad para los conductores.

El primer subtramo, entre la rotonda de Domaio y la salida de San Lourenzo, es el que lleva los trabajos más avanzados, con la previsión de que estén finalizados antes del final el presente año. Las excavaciones arqueológicas en el castro de Montealegre mantienen en estos momentos parada la obra en ese punto, en donde está previsto desdoblar el falso túnel. En los últimos meses surgió también una movilización vecinal que reclama una alternativa para salvar la totalidad de las parcelas del yacimiento excavadas.

El tercer y último de los subtramos, que desdoblará desde Meira hasta la primera salida de Cangas, se encuentra en estos momentos en proceso de licitación. La Xunta espera que en verano pueda estar también en ejecución, manteniendo para finales de 2019 la previsión de que la autovía de O Morrazo, demandada desde hace años, esté plenamente operativa.