En Cangas, los alumnos y alumnas de los colegios de infantil, primaria e institutos fueron los protagonistas de los actos contra la violencia machista, copando las calles y plazas públicas con sus mensajes y llamamientos a acabar con esta lacra. Los primeros en comparecer fueron los representantes del CEIP de Espiñeira, en Aldán, que llegaron a las 11 de la mañana al Eirado do Sinal con su acción reivindicativa "Un xardín de bicos", al que siguió un baile con percusión contra la violencia de género realizado por el CEIP San Roque. Mientras, en la Praza das Pontes desembarcaba la comitiva del CEIP A Rúa con su despliegue "A Rúa das emocións", que incluyó un breve manifiesto y la canción "Color esperanza", que los niños y niñas declamaron para el público. Los usuarios del centro Juan XXIII, con su montaje "O mapa das emocións", y el alumnado del colegio Casa da Virxe con "Eu quéroche ben" contribuyeron a animar la Praza das Pontes en una ceremonia que fue aún más concurrida con la llegada de la cadena humana procedente del instituto de Rodeira.

Los actos en Cangas se trasladaron luego a la Praza do Concello, donde cogieron el relevo los alumnos y alumnas del colegio Compañía de María con la acción denominada "Tendemos a man contra o maltrato", previo a la lectura del manifiesto institucional contra las violencias sexistas. El alcalde, Xosé Manuel Pazos, cedió la palabra a la teniente de alcalde y concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, que inició su intervención denunciando que "a cultura patriarcal segue, por desgraza, moi asentada na nosa supostamente avanzada civilización occidental e constitúe unha raíz profunda deste problema da violencia machista que hoxe tentamos visibilizar e denunciar e que todos os días do ano temos que comprometernos, todas e todos, a combater sen pausa, sen tregua, sen desfalecer un intre".

En un acto en el que también estaban presentes, entre otros, los concejales Xoán Chillón, Dolores Hermelo, Ánxela Vizoso -también Dolores Gallego, que además es profesora en A Rúa-, la encargada de leer el manifiesto aludió al balance de asesinatos machistas, al hecho de que esa realidad está "asentada" en la convivencia social, pero también a otro tipo de discriminaciones de la mujer, como la laboral y salarial, su "cosificación" como objetos de explotación sexual o la "feminización" de la pobreza.

Los portavoces institucionales reconocen la "complexidade" de encontrar soluciones globales al problema, pero apuntan que debe empezar por "atallar a desigualdade histórica" entre sexos y actuar con "políticas preventivas e de intervención ben dotadas ideolóxica e economicamente".Cuanta más proximidad, "máis eficaces son as medidas e más eficaz a resposta", y por eso los políticos deben incluir como "prioritario" este problema en sus agendas y "reforzar os esforzos", empezando por promover la igualdad de oportunidades. "Só así, con compromiso -e non sen dificultades- poderemos avanzar. O problema é dunha gravidade estrema e a loita contra el ten que ser acorde: unha loita titánica e sen pausa desde todos os eidos sociais. Nós comprometémonos!", concluyó el manifiesto, respondido por los apluasos de los presentes.