El Partido Popular vuelve a retomar la polémica construcción del pantalán de abrigo de Aldán. Presentó una moción al pleno para instar a Portos de Galicia a que en un plazo máximo de tres meses presente la propuesta definitiva con su correspondiente financiamiento para finalizar la obra.

El ex alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo (PP) recuerda que después de varios intentos y múltiples propuestas para dotar de abrigo el puerto de Aldán, Portos de Galicia, en el mes de abril del año 2015 inició las obras, que consistieron en pilotar aproximadamente 40 metros hasta el límite de la superficie de titularidad de Portos para la posterior colocación de una barrera rompeolas vertical que permita la circulación de agua sin afectar a corrientes que podrían alterar los movimientos del área de playas de Vilariño y San Cribrán, tal y como figura en el convenio firmado entre Portos de Galicia y la Universidad Politécnica de Madrid. Aproximadamente, quedaría 7 metros en la marea baja entre el fondo y la citada estructura.

Según José Enrique Sotelo, los distintos ensayos, tanto con simulados en el laboratorio como sobre el propio terreno determinan que la resistencia estimada no es suficiente, lo que obliga a un cambio en el proyecto que garantice la efectividad de la barrera y de la zonas actuantes sobre la misma.

Portos de Galicia, poco después de las elecciones municipales, dejó sin hacer estos trabajos. Pero nunca hubo una confirmación oficial de los mismos y nunca se ofreció una publicidad transparente del convenio entre Portos de Galicia y la Universidad de Politécnica de Madrid.

Sotelo demuestra, de nuevo, que no mira el color político del conselleiro o, en este caso, del presidente de Portos de Galicia, para recriminarle la paralización de los trabajos y presentar a pleno una propuesta en la que, desde luego, su compañero de partido, José Juan Durán, no queda muy bien parado. Es una moción en el que le da un tirón de orejas. No hay que olvidar, tampoco, que el puerto de abrigo de Aldán fue un compromiso político y electoral y la presunta dejadez de Portos de Galicia no lo deja en muy buen lugar.