El temporal de lluvia y viento, que ayer dio paso a una brusca caída de las temperaturas, dejó tras de sí un reguero de incidencias de diversa consideración en los tres municipios de O Morrazo: caídas de árboles y muros, viales anegados, desprendimientos de cubiertas o contenedores volcados. La incidencia más destacable sigue siendo el cierre parcial del Corredor de Morrazo en sentido Cangas, en el tramo entre la rotonda de Domaio y la salida de San Lourenzo. Ayer las brigadas de conservación de la Xunta de Galicia trabajaban para que el vial se pueda reabrir hoy.

Personal de la Consellería de Infraestruturas retomó el trabajo del sábado a media mañana de ayer, tanto para retirar hasta la explanada de San Lourenzo las piedras y la tierra que se precipitaron sobre la calzada como para comprobar si las barreras de hormigón instaladas impedían nuevos desprendimientos. También se actuó en la parte alta del talud para intentar poner fin a las filtraciones de agua que acaban ocasionando los derrumbes.

El trabajo, con la ayuda de camiones de gran tonelaje y una retroexcavadora, se intensificó en plena jornada dominical con la intención de reabrir el Corredor a lo largo del día de hoy. Aunque de momento no está confirmado el restablecimiento normal del tráfico en las próximas horas. Estos desprendimientos ocasionaron también vertidos de tierra en el litoral de Domaio, en el entorno de las instalaciones de Fandicosta.

Otras incidencias ocurridas en Moaña en las últimas horas, como un árbol caído en la playa de A Videira, en Tirán, o desprendimientos en la PO-313 se vieron acompañadas ayer de nuevos desprendimientos en el vial que transcurre por detrás del astillero Rodman, en donde las lluvias torrenciales siempre suelen causar problemas.

En Cangas el fin de semana estuvo plagado de incidencias, siempre con un ojo puesto en el cauce del río Bouzós, que amenazaba con desbordar. El mal tiempo provocó cortes de luz en la parroquia de Aldán, que se prolongaron hasta pasadas las 13.30 horas, y la caída de árboles. En el lugar de Viñó, en O Hío, cayeron dos pinos y uno de ellos, de gran tamaño, provocó un corte en el alumbrado público. Losvientos de componente norte se hicieron sentir en la ría de Aldán-O Hío, donde algunas embarcaciones que estaban fondeadas en la ría acabron en la playa de Vilariño.

Las intensas precipitaciones fueron las causantes de una gran bolsa de agua en la curva de O Carballal, en Coiro, al atascarse la tubería que pasa bajo la carretera provincial. El agua anegó la calzada y fue necesario que acudiesen Protección Civil y Policía Local para desatascar la canalización. Los integrantes de Protección Civil también tuvieron que acudir al entorno del pabellón de O Gatañal para retirar un cartel de la Diputación de Pontevedra que estaba a punto de caer. En la jornada del sábado se desplazaron hasta el lugar de As Barreiras porque, a consecuencia del agua que bajaba por el antiguo acceso a Varalonga, se inundaron los galpones de una vivienda. Mientras, en el entorno de A Pedreira y Santo Domingo cayó sobre la calzada un muro. A su vez, en el centro de Cangas las lluvias provocaron nuevos arrastres del material de escombro empleado para acondicionar el aparcamiento de Altamira, en la conociada como Unidad de Actuación 5 (UA-5).

En Bueu la lluvia y el viento provocaron el derrumbe de parte del muro perimetral de la conocida como Casa dos Picos (el Pazo de O Casal), al lado de la PO-551 a su paso por A Graña. El desprendimiento fue de dimensiones considerables y ha obligado a colocar señalización de advertencia en la propia calzada. En principio no se teme que afecte a la estabilidad del vial, pero a modo de precaución se colocó una hilera de conos para evitar que los automóviles pasen por encima del arcén.

El fuerte viento de la madrugada y mañana del domingo está detrás del incidente registrado en un taller de aluminio situado entre las calles Alexandre Bóveda y Muíño. Las rachas de aire levantaron parte de una cubierta de las instalaciones, aunque afortunadamente sin causar daños personales. Los Bombeiros do Morrazo tuvieron que acudir también a primera hora de la tarde a la céntrica calle Pazos Fontenla para acceder a la azotea del edificio de Correos. Allí había una serie de planchas que amenazaban desprenderse, por lo que la dotación de guardia accedió al lugar gracias al camión autoescalera para retirar los elementos con riesgo de causar peligro. Los bomberos tuvieron que volver poco después, esta vez a un edificio de la calle Tomás Bolíbar porque se desprendieron las planchas contra la humedad de una fachada. En el lugar de O Valado un árbol que cayó sobre una finca afectó al tendido eléctrico, lo que provocó un corte de luz. Entre las incidencias del fin de semana destaca también el anegamiento de la carretera entre Outeiro-Cela a la altura del lavadero situado poco después del cruce hacia Meiro.