La retirada de las jaulas de Loitamar que llevaban años abandonadas frente al litoral de Domaio comenzó en abril de 2015 y poco tiempo después se paró. Ni retirada de jaulas para cultivar rodaballo del mar ni su desguace en la rampa de varada de Domaio, los trabajos se paralizaron. Esto alertó a los vecinos que pedían quitar las jaulas en desuso tanto por su impacto visual como por el riesgo que presentan de desprenderse con un temporal y dañar, por ejemplo, alguna batea.

La asociación vecinal de Domaio O Monte Faro volvió a exigir ayer que se retome la retirada y el desguace de las estructuras. La cooperativa de producción de Rodaballo Loitamar llegó a contar con 530 jaulas.

Desde O Monte Faro señalan que solicitaron explicaciones sobre la paralización en el Concello en varias ocasiones, pero que todavía desconocen las razones y esperan una solución.

En abril comenzaron con las tareas de retirada de las primeras 34 jaulas. Se desmontaron en el puerto moañés y se trasladaron a una chatarrería de As Neves, que las había adquirido.

Las instalaciones acuícolas de Loitamar comenzaron a operar en julio de 2002 como una salida pionera para 46 extripulantes del banco canario sahariano. El proyecto de cría de rodaballo no acabó de despegar por diversos problemas que generaron una alta mortandad entre los ejemplares.

La chatarrería de As Neves que las adquirió pagó alrededor de 100.000 euros con la intención de fundir el metal y emplearlo en otras obras.