La conselleira de Mar, Rosa Quintana, sostiene que decir que su departamento quiere privatizar las rías gallegas "y dar las playas a los chinos" no es más que "una inocentada y algo totalmente injusto y carente de fundamento". Niega la mayor y sale en defensa de la futura Lei de Acuicultura, alegando que con este articulado solo se busca "el desarrollo social y económico" de la comunidad autónoma.

Así lo transmitió ayer a los dirigentes del sector bateeiro integrados en la Mesa do Mexillón, a quienes recordó que desde Mar "nunca les propusimos nada que los perjudicara".

Muy por el contrario, les recordó que con la aprobación de la Lei de Pesca de Galicia "pusimos a cero los contadores de las bateas" y se dieron otros treinta años de respiro al sector, garantizándole una actividad que en caso contrario caducaría en 2010. Como también refrescó la memoria de todos al decir que se concedió el título habilitante definitivo a los parquistas de Carril. Esos parques pudieron haber salido a concurso, "pero lejos de eso quisimos resolver la situación a más de mil familias que tradicionalmente explotaban esos parques, dándoles un título con el que seguir explotándolos".

En definitiva, que la conselleira insistió ayer en las "bondades" de la ley propuesta y habló de la acuicultura como un motor económico, incidiendo en que "es una tendencia de cultivo de especies multitróficas en alza en toda Europa".

"Las bateas ya son privadas"

Lo que sucede es que los bateeiros "quieren que se reserven los polígonos de mejillón únicamente para esta especie y quizás están más preocupados por el desarrollo de la ley que por la ley en sí misma", de ahí que les pida "tranquilidad".

Respecto a lo de privatizar, Rosa Quintana no olvida que "todas las bateas son de familias o empresas, y por tanto ya son privadas", y lo mismo puede decirse de los parques de cultivo de Carril, "que igualmente tienen sus titulares".

Añade que la Lei de Acuicultura da continuidad a una política iniciada "desde nuestra llegada en 2009, cuando nos propusimos mejorar la calidad de las aguas de producción y empezamos a desarrollar proyectos de saneamiento de las rías", precisamente para "aumentar la riqueza" de los municipios costeros, que es, concluye, lo que se persigue ahora con la Lei de Acuicultura en fase de debate.