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La Asociación de San Martiño quiere que el Concello se involucre en el arreglo de la iglesia

-Pasaron dos meses desde que cayó el escudo del campanario, y sigue sobre el tejado -El cura confía en que esta semana llegue el permiso de Patrimonio para iniciar las obras

Imagen del escudo de piedra del campanario de San Martiño sobre el tejado. // S.A.

Dos meses después de la caída de un escudo del campanario de la iglesia románica de San Martiño, en Moaña, las obras siguen pendientes del sí definitivo de Patrimonio y del Concello al proyecto que encargó el párroco, Manuel Rey. La Asociación Vecinal San Martiño, en su última reunión mensual, volvió a tratar sobre la situación de esta iglesia, cuna de Moaña, y en las conclusiones considera que el Concello de Moaña, como representante de los vecinos, "sexan ou non crentes", a través de su concejalía de Cultura e Patrimonio, debería de involucrarse tanto en el seguimiento de las mismas como en la información sobre la situación.

El presidente de la Asociación de Vecinos, José Antonio García Barreiro, recuerda la importancia de esta iglesia, de lo siglos XII y XVIII, y catalogada como bien de interés cultural con protección integral bajo las directrices de la Dirección de Patrimonio de la Xunta. Añade que representa el monumento histórico más importante de Moaña.

En la reunión de los vecinos, se deliberó sobre la última vez que el párroco trató en público sobre las obras a efectuar en el templo. Dicen que fue al rematar la misa mayor del día 12 de noviembre, en honor al Carmen, dentro de las Fiestas de San Martiño, cuando cogió el micrófono para que escucharan todos los feligreses y, a través de los altavoces, dijo que fue la publicidad de la caída desde el campanario de un sencillo escudo de piedra o que había causado que el presupuesto de las obras llegara a los 7.000 euros.

Lo curioso del caso, tal y como señalan los vecinos, es que en el mismo discurso, el párroco reconoció que entre las obras a ejecutar está la reposición de varias docenas de tejas responsables de las goteras que caen en el interior de la iglesia cuando llueve. El presidente asegura que las propias palabras del párroco dan la razón a la asociación vecinal cuando solicitaba una revisión completa de la iglesia, fundamentada en que algunos de sus miembros conocía el daño que el agua estaba produciendo en los retablos barrocos.

El párroco de San Martiño, que también se encarga de la feligresía de Meira, aseguraba la semana pasada que Patrimonio le había confirmado que en esta misma semana podrían mandar el permiso para empezar las obras, consistentes en la reposición del escudo de piedra en el campanario y la reparación de goteras. Sobre la financiación, dice que se irán acometiendo con la disponibilidad de presupuesto que se tenga y niega que se hubiera realizado una campaña para recaudar fondos, aunque se admiten donativos.

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