El problema que se produjo a comienzos del pasado curso en Moaña, cuando se calcula que cerca de 40 pequeños cuyos padres habían solicitado plaza en el comedor escolar se quedaron sin el servicio, no se produjo con la misma intensidad en los centros de Bueu y de Cangas. La razón es que la mayor parte de los comedores escolares en ambos municipios no están gestionados e forma indirecta por la Xunta de Galicia, sino que se encargan de contratar el catering las asociaciones de padres (Anpa) o los Concellos.

En el caso de Bueu el centro de A Pedra cuenta con 40 plazas para comensales y el de Cela con 12, aunque de cara al próximo curso puede que se incremente ligeramente. Los gestionan los colectivos de padres y el Concello aporta una ayuda anual para subvencionar cada plato, disminuyendo así su coste para las familias. El de Beluso, con gestión autonómica, disponía de 15 platos diarios y pidió más.

Más ayudas

En lo que respecta a Cangas, solo los colegios de Castrillón y San Roque tienen el comedor gestionado por la Consellería de Educación. Del resto se encarga directamente el Concello, merced a una ayuda bianual de 32.000 euros que firmó el pasado verano con el ejecutivo autonómico.

En la última junta de gobierno local se aprobaron las bases para acceder a las ayudas que permiten precios reducidos a las familias en dificultades. Se actualizarán los datos del Risga para establecer unos criterios menos restrictivos. El edil de Educación, José Luis Gestido, asegura que las ayudas estarán aprobadas antes del comienzo del curso.