En las cuatro provincias gallegas parece existir una relación directa entre el número de viviendas construidas en los últimos 10 años y las no ocupadas. Y es que el INE determina que la comunidad cuenta con 1,6 millones de casas o pisos, o lo que es lo mismo, 297.118 más de las que existían a principios de siglo. Y cerca de 300.000 no tienen ningún uso. Por lo que se puede concluir que existe un exceso de oferta inmobiliaria que no encuentra salida en el mercado.