La coincidencia de la marea alta con un chaparrón volvió a anegar la calle Eugenio Sequeiros y la Praza da Constitución a media tarde de ayer. El agua entró en dos bajos comerciales situados a un menor nivel, provocando algunos desperfectos. La escasa sección de las tuberías de pluviales y el probable atasco de algunos tramos contribuyen a esta situación, cuya solución deben afrontar el Concello y Aqualia.

El edil de Obras e Servizos, Héctor Otero, reconoce que el problema viene de atrás y que no se solucionó con una actuación realizada en la anterior legislatura. En la proyectada reforma de Eduardo Vincenti y su entorno se pretende incluir esta mejora, aunque dependerá de la complejidad de la actuación y del presupuesto disponible para ejecutarla-

La empresa concesionaria señala que los colectores tienen un diámetro insuficiente para evacuar tanta agua caída en poco tiempo, más aún cuando en los sumideros se acumulan hojas de árboles que actúan a modo de tapón. La respuesta técnica a corto plazo pasa por limpiar a fondo las tuberías y eliminar obstrucciones, si es el caso; y a medio plazo, por levantar el pavimento y sustituir las tuberías por otras de mayor sección, o bien realizar unos depósitos en el subsuelo conocidos como "tanques de tormenta" . Se trata de unas arquetas de grandes dimensiones que permiten acumular importantes cantidades de agua y evacuarla progresivamente. Este mecanismo se utiliza ya en algunas zonas de Vigo, y, sobre todo, en la zona de Levante, donde la "gota fría" llega a provocar grandes inundaciones.

Además del centro cangués, la lluvia de ayer también afectó a la zona de O Gatañal, donde el embolsamiento de agua es habitual con cada chaparrón. El Concello insiste a la Xunta en la necesidad de tomar medidas, que hasta ahora no han llegado.