La perra “Bronce” lleva años recibiendo las oportunas instrucciones de Juan Freire para convertirse en un apoyo para los mayores dependientes. Permanece inalterable mientras la miman, la peinan y hacen travesuras a su alrededor. Es capaz de ir acompañando a un anciano en su andador o silla de ruedas o estar dispuesto a ser el compañero de caminata de aquellos mayores a los que les cuesta andar pero que necesitan hacerlo. Su presencia en el centro de día Tendelamán de Cangas fue sorprendente y revolucionaria, a la vez. La terapia funciona y ya hay algunos mayores que esperan con impaciencia la llegada de “Bronce”. La perra adiestrada por Juan Freire, presidente de laAsociación Ramalladas, que tiene su base en A Madroa, llega a Cangas de la mano de Trinidad Viña, al igual que Juan Freire es trabajadora social y muy amiga de los animales, de ahí que se decidieran a poner en marcha este tipo de terapias que en centros de la comunidad autónoma asturiana se practican desde hace mucho tiempo. As Ramalladas utiliza el denominado método “Pellitero” que en el Principado de Asturias tiene gran acogida. El objetivo es utilizar el animal para estimular las capacidades que aún tienen las personas dependientes.

Todos los jueves, el equipo terapéutico de Ramalladas formado por un terapeuta -guía y una perra de terapia, raza Labrador, visita el centro Tendelamán y trabaja con los usuarios en coordinación con los profesionales del mismo. Se insiste mucho en que cada caso es diferente y “Bronce” se tiene que adaptar a cada uno de ellos. Está entrenada para ello y lo consigue de manera sorprendente. Antes, mediante la coordinación con los técnicos de servicio, se evalúa y planifica el trabajo para conseguir los objetivos marcados con cada persona y comprobar su evaluación, incorporándose al objetivo final del trabajo del centro, que consiste en conseguir el mayor nivel de bienestar posible para el usuario y que su estancia en el centro resulte lo más agradable posible.

La terapeuta-guía Trinidad Viña señala que la mayor parte de los ancianos del centro tienen perros o animales en su casa, pero lo que hace especial esta terapia es que el perro con el que se trabaja está especialmente adiestrado para trabajar con ellos, para colaborar en su vida cotidiana, ayudándole a preservar los sentidos y capacidades que aún conservan.

La asociación “Ramalladas” se fundó hace un año y su objetivo es introducir en Galicia este tipo de terapias con animales. Afirma Trinidad Viñas que los resultados son visibles.

En estos momentos, “Ramalladas” trabaja con animales en este centro de día de Cangas, en la residencia de ancianos de la Xunta de Galicia, en Campolongo y en la residencia de mayores de Vilaboa, también en la comarca de O Morrazo.

Este tipo de terapias son una alternativa nueva para las personas dependientes.