Las primeras páginas son para los políticos, comenzando por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y la alcaldesa de Cangas, Clara Millán, que dedican unas líneas a destacar la importancia de la exposición filatélica y las exposiciones complementarias, siempre con la industria conservera como referente. También escriben los presidentes de las sociedades filatélicas del Norte de Portugal, Paulo Sá Machado; de Galicia, Valentín Suárez; y de Cangas, José Antepazo, que dan paso al programa de actos de Exfigalicia 2008 y a una introducción a la industria conservera y su devenir histórico a cargo de José Manuel Vieites, secretario general de Anfaco.

Pero uno de los capítulos que más llama la atención a los cangueses es el dedicado a las industrias conserveras en el municipio, de las que se da cuenta de 25 en esta publicación, muchas de ellas en edificios que han superado el paso del tiempo y sobreviven en la actualidad. Ilustradas con dibujos o fotografías, en la relación aparecen las conserveras de Darío Lameiro Sarachaga en A Congorza; la de (Bojador"_en la calle Vincenti; Cervera e Hijos, Ángel Botello, Daniel Eiroa, Daniel Montes, Tomás Bolíbar Massó en Menduíña; Pedro Montemerlo; Guido Paganini, en O Salgueirón y O Forte; Pucho Lago; Figueroa y Cía; Antonio Pellí, en Ojea; González Chamadoira, en la Avenida de Bueu; Juan Azpeitia, en Fomento; Rogelio López Bobo; Rodeira Limitada, "A de Arbones", en la Garita de Rodeira, Mariano Abalo, en Montero Ríos; José Curbera, en Ameixide;_Manuel Lago "Levita", en Ojea;_José Lage; Conservas Iglesias, Olegario...

Capítulo aparte merece la familia Massó, pionera en esta industria, que comenzó a funcionar en 1816 como compañía de salazón de la mano del catalán Salvador Massó i Palau, y se transformó en 1886 en una moderna conservera que tendría sede en Bueu con el nombre de "La Perfección". Sus herederos fundarían en 1930 la sociedad anónima Massó Hermanos, que generó importantes beneficios derivados de la pesca, transformación y comercialización de productos con las marcas Massó, Kairel, Gaviota, o Massó Brand, la mayoría dedicadas a la exportación. El gran complejo de Balea se construyó en 1941 y fue un hito en Europa.