A la tercera fue la vencida, y la Xunta de Goberno Local de Cangas aprobó en su última sesión la instalación de terrazas en la Avenida de Marín y su entorno, una demanda que había sido rechazada en dos ocasiones por el Concello bajo el argumento de que invadían la zona peatonal y dificultaban el tránsito. Tras la mediación de Fecimo y una nueva reunión de la alcaldesa, Clara Millán, y los concejales de Tráfico y Obras e Servizos -María José Vilas y Héctor Otero- con los hosteleros, el gobierno local ha optado por darles autorización, siempre que cumplan los requisitos estipulados. De lo contrario, se revocará la decisión en cualquier momento, advierten desde el tripartito.

Entre las condiciones que deben cumplir figura la de unificar la estética de todo el mobiliario de uso urbano para evitar una amalgama de modelos, tamaños y colores que perjudique la imagen global de la zona. Las mesas no podrán tener un diámetro superior a 60 centímetros, ni invadir, con las sillas, más de un metro y medio del ancho de la acera. Tampoco los parasoles podrán molestar a la zona de tránsito, ni adentrarse la instalación veraniega en la fachada de las viviendas colindantes. Bajo esas condiciones queda derogada la prohibición, aunque la Policía Local velará por que no se infrinjan durante el tiempo de la concesión.

La medida beneficia a nueve locales de hostelería ubicados en la Avenida de Marín y en calles adyacentes, como Baiona y A Guarda. El gobierno local también da dado el visto bueno a un bar de ubicado en la zona peatonal de la calle San Xosé que no afecta al tránsito. Por contra, han quedado excluidos de la autorización de terrazas los pubs que lo han solicitado, ya que el Concello entiende que sus condiciones son distintas a las de las cafeterías, y su funcionamiento en horario nocturno provoca más quejas de los vecinos.

Las notificaciones empezarán a remitirse en los próximos días, aunque en la práctica ya se permiten la instalación de terrazas. El levantamiento del veto llega, sin embargo, en unos días donde la meteorología no colabora, y los hosteleros esperan que el buen tiempo regrese para aprovechar los últimos turistas de julio y recibir con sol a los de agosto.