Un hombre armado irrumpió el sábado por la noche en una farmacia del centro de Moaña y tras amenazar al empleado que en esos momentos se encontraba en el interior del establecimiento -propiedad de Cayetano Marín- se llevó un botín de 9.000 euros. El titular del local avisó a la Policía Local y la Guardia Civil, tras lo que iniciaron una investigación que por el momento no arrojó resultados.

El suceso se produjo poco después de las diez de la noche, coincidiendo con el inicio del turno de guardia. Dos de las empleadas del negocio se acababan de ir, mientras que un tercero se encontraba cerrando las puertas a la espera de que llegase el dueño para hacerse cargo de la farmacia durante el turno de noche. Cayetano Marín explica que en ese mismo instante una persona accedió al interior del local y solicitó a su empleado "algo para un ojo". A continuación se abalanzó sobre él y le colocó un objeto punzante en el cuello, asegurándole que si le daba el dinero no iba a pasar nada. En ningún momento llegó a agredir a su víctima, que tampoco opuso resistencia.

Unos cinco minutos después de su llegada abandonaba el local con toda la recaudación de la jornada, alrededor de 9.000 euros. Tras poner el suceso en conocimiento de la Policía Local y la Guardia Civil los agentes iniciaron una investigación, al tiempo que realizaron distintos controles de tráfico con el objetivo de localizar al atracador. Al cierre de esta edición las pesquisas no habían dado frutos.

La víctima del robo no pudo precisar el arma utilizada por el delincuente debido al estado de nerviosismo provocado por la situación, aunque lo más probable es que se tratase de una navaja. A lo que sí acertó fue a describir sus principales características físicas. Se trataba de un varón de unos 40 años de edad y estatura media (sobre 1,70 metros) que se dirigió a él con acento sudamericano. Cometió el atraco en solitario, aunque las fuerzas de seguridad barajan la hipótesis de que contase con algún cómplice esperando en el exterior.

Segundo robo

El propietario de la farmacia asaltada el sábado indica que es la segunda ocasión que son víctimas de un robo, aunque la primera en la actual ubicación del negocio. En el anterior local de la calle Ramón Cabanillas sufrieron un atraco en el año 1984. En aquella ocasión se encontraba el propio Cayetano Marín. Recuerda que además de la recaudación se llevaron numerosos estupefacientes. "Me extraña que esta vez no pidieran estupefacientes porque es muy habitual cada vez que asaltan una farmacia", reconoce. Finalmente, comenta que espera no tener problemas con la recuperación del dinero sustraído ya que tiene contratada una póliza que cubre las pérdidas en este tipo de casos.