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El patito que aprendió a hacer el ganso

Tomás escapó de los abusones del corral y se suma a los paseos del urbanita Pipi

Beatriz Serén con Tomás en las manos, en el momento de convertirse en su madrina en la fuente de la alameda, con Gayoso desde plató. //CRTVG

Tomás vino al mundo hace solo 14 días. Como si de un patito feo se tratase -aunque es bonito como no se puede ser más-, sintió en carnes propias el rechazo de sus compañeros de corral, hasta que Divina Guerra y su hijo Javier lo rescataron y le dieron todo su cariño. Junto a ellos encontró a Pipi, un ganso urbanita que sale cada día a pasear por el centro de A Estrada y en el que ha descubierto a todo un compañero de aventuras. La suya es la historia de una amistad. La de dos especies de pelo-pico-pata que sueñan que desplegar las alas y descubrir el mundo.

En A Estrada Pipi es ya uno más. Cada mañana sale a dar un amplio paseo por algunas de las calles más céntricas de la capital estradense, deteniéndose para refrescarse en la fuente de la alameda. Sigue a su dueño como si de un perro se tratase, deteniéndose en los pasos de peatones y no poniendo ni una pata en la calzada hasta que el semáforo se pone en verde para los peatones. Como tiene que ser. Desde hace unos días, a estos paseos se ha sumado Tomás, aunque el pequeño tamaño de este patito amarillo hace que muchas veces dé parte del paseo en la mochila de su dueño, sacando la cabeza para no perderse detalle.

Javier Sixto explica que Tomás rompió el cascarón en la incubadora, días después de que lo hiciesen varios pollitos. Como fue el último en nacer y llegó al mundo bastante débil, sufrió el abuso y el desprecio de las demás aves, de manera que estos estradenses decidieron apartarlo y llevárselo a casa. Allí, Divina Guerra le dio de beber como buenamente pudo durante dos días, colocándole gotitas de agua en el pico. Para intentar que ingiriese un poco de alimento, usaba el molinillo de café para convertir el grano de maíz prácticamente en harina. El pato no tardó en reponerse y en comenzar a jugar con Pipi -la propia Divina lo bautizó así por el sonido que emitía de forma insistente cada vez que ella se acercaba a la incubadora cuando nació-, animándose de inmediato a sumarse a sus periplos por la calle. El patito aprendió a hacer el ganso.

Padrinos famosos

El que tiene padrinos se bautiza, y Tomás, los tiene. Y bien conocidos. El patito salió junto a Pipi y sus dueños en el aplaudido programa de la Televisión de Galicia Luar. Beatriz Serén se trasladó a la villa para disfrutar de la compañía de estos dos protagonistas, convirtiéndose en madrina del más pequeño. Lo bautizaron en la fuente de la alameda y el presentador José Ramón Gayoso se convirtió, desde plató, en su padrino.

Pipi también hizo ya sus pinitos en la tele, después de saltar a la fama en las páginas de FARO DE VIGO. Salió en algún programa de la TVG y, junto a su amigo, tienen ya alguna otra invitación pendiente de confirmar.

Mientras crece feliz, Tomás disfruta de sus paseos en la compañía de sus amigos más queridos. A mayores, este patito de hábitos singulares encuentra en los chicharrones y en los baños en la fuente de la alameda sus otros dos grandes placeres de la vida.

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