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Aumenta la venta de piscinas prefabricadas y el alquiler vacacional de casas a orillas del Ulla

Varios fabricantes tienen ya cubierta su capacidad de producción y no atienden más pedidos - Su precio por internet se ha duplicado -Las reservas de apartamentos para parejas con hijos son de cuatro días de media

La nueva normalidad impedirá que la hora y media de viaje a la playa quede compensada con poder estar tumbados sobre la arena el resto del día. Está por ver qué concellos costeros ponen en marcha un sistema de cita previa, control de aforo y hasta marcado de cuadrículas en sus playas, así que en zonas de interior como Deza y Tabeirós-Montes sus residentes optan por un plan B: comprarse una piscina.

Normalmente, la venta de piscinas, tanto prefabricadas como de obra, comienza en febrero de cada año, dado que precisan un periodo de instalación: alrededor de una semana para las prefabricadas y en tono a un mes para las que precisan trabajados previos de excavación y adecuación del terreno, como apuntan desde Piscideza. Esta empresa, con despachos en Silleda y Lalín, cubre demandas de prácticamente toda Galicia, y apunta que los clientes de este año son tanto viviendas particulares como urbanizaciones. Las medidas de protección contra el coronavirus para frenar los contagios en playas han disparado los pedidos en otra empresa de la zona, Galitec, en las últimas semanas. El boom ha sido tal que la fábrica de Barcelona que surte a esta firma le envió un correo el jueves pasado indicando que ya tenía cubierta su capacidad de producción para este año, de modo que no era posible atender más pedidos. En los dos últimos meses, Galitec tuvo una veintena de pedidos para instalar piscinas prefabricadas. Normalmente, suele pasar un mes y medio, desde que se formula la solicitud hasta que el vaso queda colocado. El periodo con mayor volumen de trabajo se concentra entre los meses de abril y julio, puesto que un pedido en agosto no se cumplimentaría hasta casi entrado el otoño, de esa forma. Las piscinas con más demanda tienen una estructura de 5x3 ó 6x3 metros, y muestran unos precios de entre 1.300 y 2.000 euros. Pero entre que las fábricas estuvieron cerradas durante las semanas más severas del estado de alarma y que su capacidad de producción está al límite por este creciente interés, al comprador le queda la opción de adquirir una por internet. ¿Cuál es el riesgo? Pues que su precio on line se ha llegado a duplicar y que, a la hora de instalarla, hay que tener en cuenta cuestiones como que el terreno esté perfectamente nivelado para que la depuradora funcione correctamente y la piscina dure más tiempo en buenas condiciones. Hay, también, la posibilidad de que los plazos de entrega de este comercio on line sean más largos de lo habitual.

Descenso de precios

Y si uno ya no llega a tiempo para incorporar una piscina a su jardín, también tiene la opción de planificarse unas vacaciones en una casa o apartamento que sí disponga de ella. Begoña Lorenzo, que gestiona www. mo-rentals.com (una plataforma de alquiler de corta estancia), indica que en los últimos 15 días es más que palpable la demanda de apartamentos "en la zona de Carnota y Muros, pero también en puntos de A Estrada, como en Vea, y a orillas del río Ulla. Al cliente ahora no le importa alojarse a 50 ó 60 kilómetros de la playa, lo que busca son zonas tranquilas". Pero también es verdad que casas con pretendientes para este verano al final se quedaron sin ellas por no poder contar a tiempo con una piscina prefabricada.

Las reservas que se realizan a través de este portal proceden de ourensanos, pero también de madrileños y de otros puntos del país. Son, en su mayoría, parejas con o sin hijos. "Las personas de más edad no se atreven a viajar", por miedo a un contagio. Eso sí, ahora los alquileres son más cortos, de entre tres y cuatro días, con algunos casos en los que llegan a la semana. Y a pesar de este creciente interés por vacaciones en el interior, los precios de casas y apartamentos no están disparándose en comparación con años anteriores. "Al contrario, los dueños de los alojamientos están bajando sus tasaciones" en zonas que si normalmente ya eran bastante más económicas que el tándem Sanxenxo-Portonovo, en muchas ocasiones además se trata de viviendas mejor equipadas, como recalca Lorenzo.

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