Una anciana residente en el edificio Vilar, en el casco urbano de Vila de Cruces y ya en la salida hacia la carretera de A Bandeira, fue abordada ayer por la mañana por una pareja cuando volvía a su casa. La mujer no resultó agredida y tampoco echó en falta ninguna pertenencia. Desde la Policía Local se indica que durante estos días intentará esclarecerse qué ocurrió, ya que la mujer tendrá que decidir si presenta o no una denuncia. Los hechos tuvieron lugar fuera de la zona donde se celebra la tradicional feria del 17, que ayer contó con muy escasa afluencia y con en torno a media docena de puestos de fruta y productos de huerta, además de pulperos.
Sea como fuere, el percance se convirtió en el tema de conversación de los residentes en el casco urbano, ya que días atrás se produjo un incidente similar en dos supermercados del núcleo. Atribuyen los hechos a una familia foránea, que lleva poco tiempo instalada en el municipio y que durante el horario de atención al público de estas dos tiendas de alimentación, intentaron conseguir productos sin tener que pasar por caja.
Por otra parte, como decíamos, en la primera jornada ferial de cruces (a la del día 4 no acudió ningún puesto) tampoco se convirtió en un reclamo ni para los vecinos ni para los vendedores. Tres vendedores de frutas y verduras en la Praza Juan Carlos I, y otros tres en las inmediaciones de la Praza da Igrexa, dedicados a la venta de flores y productos para plantar en huerta. Por diversas partes del casco urbano estaban apostados cinco puestos para comprar pulpo y degustarlo en casa. Pese al tiempo primaveral, los vecinos y los comerciantes prefieren guardar prudencia y minimizar riesgos.
