Tres generaciones viven en este hogar de Riobó. Abuelos, hijos y nietos disfrutan de la ventaja de estar confinados en una vivienda del rural y, con ello, de todo el aire libre y quehaceres que continúa brindando. Enzo tiene 7 años y Triana va a cumplir 4. Él pregunta por la situación, preocupado porque en las noticias dicen que está muriendo gente. "Ella lo vive como si fuesen vacaciones de verano", indican. "Antes estar todos juntos era muy complicado. Hacía años que pasar un domingo en casa todos era imposible. Ahora llevamos dos domingos comiendo juntos". Se reconocen afortunados de poder pasar este encierro gozando del aire libre y entretenidos con todas las posibilidades que brinda una casa. "Ya no asusta tanto. Nos asustaron más los primeros 15 días", dicen.