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Gallinas felices, huevos de oro

El estradense Alberto Baños dejó la oficina para distribuir Ovos de Volteiro, procedentes de gallinas criadas en libertad

Alberto Baños Lorenzo, ayer, rodeado de algunas de sus gallinas. // Bernabé/Cris M.V.

Los amantes de la tortilla lo saben bien. Cuando se prepara con huevos "de casa" , el plato cambia a simple vista. Sin embargo, no todo el mundo tiene el corral a mano y la compra de huevos caseros no está exenta de riesgos: si se desconoce al productor, uno no sabe cómo están sus gallinas o cuánto tiempo hace que pusieron esos huevos. En este nicho de mercado centró su apuesta el estradense Alberto Baños Lorenzo. Después de pensárselo más de una vez, se armó de valor y salió de la zona de confort. Dejó su empleo indefinido como administrativo y sintió en carne propia la libertad de la que gozan sus gallinas. Hoy comercializa su producción por múltiples localidades gallegas bajo la denominación Ovos de Volteiro.

Este estradense comenzó a comercializar los huevos de las gallinas que cría en libertad en una finca de Gondomar de Abaixo, en la parroquia estradense de San Xiao de Vea, en abril de 2019. Desde entonces se han hecho muy populares, gozando de la publicidad que mejor funciona: la del cliente satisfecho. Su idea empresarial partió de comercializar huevos "como los de casa pero con todas las garantías" de sanidad y frescura para el consumidor. Sumó a ello la férrea decisión de asegurar que en esta finca que lleva el mismo nombre que estos apreciados huevos, el bienestar de los animales esté por encima de todo. Y es que, al final, la buena salud y felicidad de estas gallinas redunda en que sus huevos sean mucho más sabrosos.

Estas aves campan a sus anchas. Y nunca mejor dicho. Tienen a su disposición una finca de una hectárea con diferentes ecosistemas, desde una zona de robleda a otra de pasto, pasando incluso por un entorno de viñedo. Por la noche se recogen a cubierto, pudiendo entrar y salir según su deseo.

Alberto Baños explica que en su trabajo como administrativo llevaba mucho tiempo sintiendo la necesidad de dar un giro y centrarse en algo que estuviese relacionado con la naturaleza y los animales, que le apasionan. Cuando el huevo encendió la bombilla, simplemente dio el salto.

En su finca de San Xiao de Vea comenzó su nueva vida profesional confiando en la vida en libertad ofrecida a alrededor de 800 gallinas. Cada día estas le aportan actualmente unas 50 docenas de huevos. Este emprendedor apostó por hacerlos llegar a muchos rincones a través de una red comercial que apuesta por los establecimientos de proximidad y que llega a puntos como A Estrada, Santiago, Pontevedra, Vigo, Vilagarcía o Cambados, entre otros muchos.

"La verdad es que están teniendo buena acogida. La gente que los prueba, repite", explica este estradense. Y es que, quienes disfrutan de los huevos de estas gallinas libres y felices aseguran que la diferencia es muy notable. Son huevos con más color y sabor, pero también con más textura. Baños Louzao explica que este aspecto es el que muestra en mayor medida la diferencia con otro tipo de huevos. La clara es más gruesa y la yema, también. Remarca que cuando la yema se desparrama es un indicador de que el huevo, o bien no es fresco, o no es de buena calidad.

El impulsor de Ovos de Volteiro deja que el producto hable por sí mismo. La frescura, sumado al estilo de vida de estas gallinas camperas, son su seña de identidad y una de sus mayores garantías. De hecho, este empresario explica que están saliendo para las tiendas desde San Xiao huevos que sus gallinas pusieron justo el día anterior.

En el caso de A Estrada, Ovos de Volteiro acumula una gran demanda por parte de restaurantes o establecimientos que buscan tener en la calidad su tarjeta de visita. Pueden encontrarse huevos de estas gallinas en establecimientos como A Artesa, Frutería Castelao, Carnicería Coto o Carnicería Mosquera, entre otros locales. Sus mimadas cajitas blancas los identifican con facilidad en las estanterías, aunque, como siempre, lo mejor se guarda en el interior.

Alberto Baños Lorenzo es de esas personas que se atrevió a lanzarse a la piscina, que se animó a dar un giro de 180 grados en su vida para disfrutar con lo que hace. Su valor le hizo libre y disfruta viendo como sus gallinas gozan de esa libertad y la agradecen con unos huevos de oro.

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