La movilidad de los jóvenes fue puesta como ejemplo por los políticos como casi un ejemplo de lo que representa la experiencia de irte a trabajar fuera para adquirir conocimientos y engrosar un currículum para acceder al siempre complicado mercado laboral español. Pero en ocasiones estos desplazamientos son obligados para aquellos que no encuentran trabajo y deben coger la maleta y buscarse la vida lejos de su lugar de residencia.
Deza y Tabeirós-Montes tampoco son ajenas a este fenómeno y prueba de ello es que dos de cada diez activos tienen su puesto de trabajo fuera del municipio en el que están empadronados. En estos movimientos también se incluyen aquellos casos que cada día no tienen necesariamente porque recorrer grandes distancias para fichar en su lugar de trabajo, una vez que entran los desplazamientos dentro de una misma comarca o área de influencia. Así se deduce de cruzar los datos de afiliación a la Seguridad Social en función del municipio de residencia del trabajador y los que establecen dónde tiene su empleo cada persona. Los primeros sin difundidos trimestralmente por el Instituto Galego de Estatística (IGE), mientras que los otros son analizados cada 30 días por el Ministerio de Empleo. Según el registro de cotizantes del pasado mes de septiembre por lugar de residencia, en Deza y Tabeirós-Montes hay un total de 25.568 personas en activo, mientras que los datos del Gobierno central del mismo período apuntan a exactamente 20.739. En consecuencia, hay 4.829 cotizantes que trabaja lejos de donde tiene fijada su residencia. Estos datos se mantienen prácticamente invariables respecto a un año atrás, pues entonces eran 4.478 vecinos en situación de empleo, pero en estos doce meses las comarcas ganaron 342 afiliados a la Seguridad Social.
Lalín y A Estrada cuentan con un censo de empadronados en activo muy semejante -7.517 y 7.568-, pero los lalinenses tienen más oportunidades de trabajo dentro de su localidad que los de la vecina capital de Tabeirós. En el primer caso son 540 los que tienen su empleo fuera de la cabecera comarcal dezana y los 2.230 estradenses que se precisan moverse de su municipio para trabajar representan casi el 30% del total. Esta comparativa sirve también para conocer cuántas personas trabajan a diario en cada localidad, pues, por ejemplo, aunque hay 7.517 lalinenses de pleno derecho que están cotizando al sistema público, solo 6.977 lo hacen en su mismo municipio de residencia.
La movilidad en Vila de Cruces afecta al 25% del total de sus activos, o lo que es lo mismo, de los 1.901 cotizantes con los que cerró el pasado mes de septiembre, 472 tienen su empleo lejos de esta localidad. Rodeiro, una localidad pequeña en población pero donde una sola industria da trabajo a cerca de 80 personas, es el único caso donde el número de activos en función de donde tienen su empleo es superior -en 49 casos- al de empadronados cotizando a la Seguridad Social -exactamente 956-. Los agoladeses son otros que también se mueven bastante para llevar a cabo sus compromisos laborales. Si son 770 los empadronados en este pueblo los que trabajan, hay 246 que lo hacen en otro ayuntamiento. El porcentaje en Dozón es del 19%, o lo que es lo mismo, hay 434 activos, pero 82 tienen su empleo lejos de sus fronteras municipales. En Forcarei son 150 de sus 1.059 totales. La proximidad de Cerdedo-Cotobade a la capital provincial podría ser la principal razón para entender que más de la mitad de los empadronados que trabajan -1.854- lo hagan fuera de este ayuntamiento, con 952 casos.
Por otro lado, en un año las comarcas ganaron 342 cotizantes y solo Rodeiro presenta peores datos que en septiembre de 2018. Lalín ganó 113, Silleda (56), Vila de Cruces (83), Rodeiro (-9), Agolada (20), Dozón (19), A Estrada (11), Forcarei (10) y 39 sumó Cerdedo-Cotobade.
