Un grupo de vecinos se oponen a la actividad de un almacén de madera del lugar de A Ermida, en la parroquia lalinense de Filgueira. Uno de ellos presentó denuncia en 2015 y recogieron firmas porque aseguran que se ven afectados por el ruido y humos. Anteayer se mostraban contentos porque afirmaban que la sentencia les había respaldado y condenando al Concello de Lalín a actuar en consecuencia. El abogado que ejerció en el proceso a favor del ayuntamiento, Francisco José Lago, indica que lo único que estimó el Juzgado de lo contencioso -administrativo número 2 de Pontevedra fue lo relativo a la declaración previa de inicio de actividad, que se prohibe usar motosierras y trabajar con las puertas abiertas, pero en ningún caso, se ordena el cierre del negocio.
El dueño de esta empresa, Antonio Varela, puntualiza que no es un aserradero, sino un almacén de madera y que en el 2016 sí le precintaron las instalaciones, pero ahora cumple con todo lo estipulado en la licencia. "Después de las múltiples cuestiones que ellos pedían, cabe destacar que no estimaron gran parte de ellas porque reclamaban, por ejemplo, responsabilidad patrimonial, indemnización por daños morales y daños físicos... y lo único que estimaron es declarar la ineficacia de la comunicación previa que corresponde al inicio de la actividad, eso fue lo único", recalca Francisco José Lago, quien indica que esto no supone el cierre de las instalaciones y que ahora mismo el procedimiento está en fase de alegaciones. Lago considera que en este caso, el demandado lo que deberá hacer es "ajustarse a lo que marca la licencia porque lo que no se puede hacer aquí es usar motosierras en el exterior ni en el inmueble, pero es necesario recalcar que la sentencia estima exclusivamente el tema de la comunicación previa de inicio de actividad, que se estimó por silencio administrativo", explica Lago, que tal y como indicó Varela ayer es probable que este letrado sea ahora su abogado.
"Es cierto que pasaron inspectores municipales y vieron que allí en algún momento, se hacía una actividad que no estaba permitida, pero ahora lo que tendrá que hacer el propietario para continuar con la actividad será ajustarse a los términos de la licencia, porque la licencia indicaba que era para el almacenado de leña y troceado de madera, pero prohibía la utilización de motosierras y otro problema era que se trabajaba con puertas abiertas, pero eso era lo único", recalca el abogado, quien señala que ahora el propietario, quien asegura que en la actualidad cumple todo lo estipulado en la licencia, deberá demostrar que se ajusta a ella. "Lo que yo me imagino, porque no puedo afirmar nada, es que tendrá que hacer alegaciones al Concello diciendo que se ajusta a los términos y si realiza esto, entiendo que podrá continuar con su actividad y supongo, que se mandarán hacer inspecciones municipales para ver si se cumple o no o sino hacer que se cumpla, pero desconozco que hará el Concello", puntualiza Lago. En todo caso, recalca que se desestimó la demanda en cuanto al resto.
