La falta de trabajadores en el campo de A Estrada se sigue haciendo notar en la temporada de recogida de fresas que está a punto de cerrar su campaña. La explotación agraria a la que Manuel Touceda dedicó 30 años como agricultor y a la que da continuidad su hija Raquel Touceda acaba de sumar otros 3.000 kilos a los 2.000 que ya perdió en Semana Santa tras quedarse sin personal que recolectase los bienes de sus campos. Por tanto, este referente en materia de huerta en el ámbito local contabiliza ya 5.000 kilos de fruta perdida en su plantación de Vilancosta, en la parroquia estradense de Berres.

Raquel Touceda señaló ayer que la temporada ha recogido fracasos desde sus inicios en abril. Al desperdicio de alrededor de 2.000 kilos de fresas de Semana Santa, se le suman ahora alrededor de 3.000 kilos que todavía están en la planta y que al no contar con suficientes trabajadores acaban estropeándose. Asimismo, mientras el fruto está en ella, estas no producen más. A falta de un mes para que acabe la campaña y con más de 5.000 kilos de frutos desperdiciados por la falta de mano de obra, la explotación de la familia Touceda necesita prepararse ahora para la próxima temporada.

"Nosotros acabamos de hacer una solicitud de empleo y hoy nos mandaron el perfil de 25 personas", aseguró Raquel Touceda. Después de esta petición de personal a la Oficina de Empleo, están llamando los posibles trabajadores pero los resultados no están siendo positivos, ya que no pueden formar parte del equipo de recogida por diversos motivos. "No hay nadie para trabajar en la agricultura", insistieron padre e hija.

Este campo de Berres en particular necesita como mínimo, según afirmó Raquel Touceda, 5 trabajadores con experiencia en la agricultura para la recogida de fresa. Actualmente cuenta con dos operarios fijos desde principio de temporada y tres que se sumaron a posteriori.

El valor de la pérdida de estas cosechas es difícil saber, según explicó ayer. la agricultora. "Mejor no saberlo", se lamentó. Las fresas no tienen un precio fijo, por lo que no es fácil estimar cuánto ha sido el valor del daño. Las pequeñas y las grandes se venden a diferentes precios, aunque el importe de los frutos más grandes puede rondar los cuatro euros.

Otras cosechas

Mas allá de las pérdidas de este fruto que están acuciando a los agricultores, Raquel Touceda se teme que otras plantaciones se vean afectadas ante la escasez de mano de obra en las labores de campo. Su familia cuenta con 1,5 hectáreas de plantaciones de judías que "van con elmismo problema". Asimismo, disponen de 1.000 metros de pimientos de Padrón, que se están perdiendo.

Aunque la contratación de temporeros no está siendo fácil, estos agricultores trabajarán los campos hasta finales de septiembre.