El sol de primera hora de la mañana promete un día de calor en A Estrada. Las puertas de la iglesia de San Xurxo de Cereixo se abren pronto este domingo. Es el conocido como Domingo da Carne, una jornada en la que miles de personas pasarán por este templo para pedir la protección del santo para sus animales. La tradición volvió a superar ayer en este enclave estradense todas las expectativas de afluencia. Miles de personas acudieron con las varas con las que manejan el ganado para acercarlas, como se viene haciendo desde hace décadas, a la imagen de San Jorge, al que se le atribuye la gracia curativa de las dolencias de los animales. A pocos kilómetros, el recinto ferial de Guimarei acogió la Feira de Pascua, donde la tradición caballar de estas tierras fue la gran protagonista.

Se desconoce con exactitud el origen de la romería de San Xurxo de Cereixo pero se tiene constancia de que la celebración se remonta al siglo XIX. La fiesta era todo un referente para las comarcas agrarias y ganaderas del entorno e, incluso, del público internacional. La fiesta demostró ayer que conserva su esencia, aunque se ha adaptado a los tiempos. Las misas que se fueron sucediendo a lo largo de la mañana estuvieron muy concurridas, si bien la solemne fue la que cosechó mayor asistencia. Cientos de devotos esperaron a la procesión para pasar por debajo de las imágenes, mientras en una caseta contigua a la iglesia parroquial se realizaban las tradicionales ofrendas de carne. Algunos asistentes donaron piezas de carne -principalmente cacheiras y uñas- que otros compraron, de manera que la ganancia queda como donativo para la fiesta en honor al patrón de Cereixo.

La jornada estuvo protagonizada por múltiples propuestas musicales y culturales. El almuerzo popular reunió a casi 1.000 comensales.

En Guimarei, los concursos morfológicos de caballos de Pura Raza Española comenzaron también a primera hora de la mañana. Al mediodía, la tradición recorrió las calles de la villa de la mano de una ruta caballar. Ya por la tarde, la feria continuó con un vistoso concurso de carruajes, una carrera calendada en el Campeonato Gallego de Enganches de Carruajes.