Al igual que cualquier otro mercado, el de los medicamentos está globalizado, de modo que un problema de producción en China (como ocurrió con el principio activo Valsartán el pasado verano) afectará a los laboratorios de países de Europa y de Estados Unidos. De hecho, la mayoría de las medicinas con este principio tienen problemas desde noviembre y sin fecha de remate, según la web CIMA.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es consciente de que el estado, en casos de desabastecimiento, controla la distribución del laboratorio para que envíe la medicina allá donde se le pide, a la vez que restringe la exportación de medicinas y autoriza, de forma excepcional, la traída de fármacos de otros países siempre que caduquen antes de los seis meses. Pero OCU cree que lo que se necesita son medidas globales, como forzar a los laboratorios a que garanticen el envío de medicamentos y así evitar su retención con fines lucrativos. Pide, también, que el portal CIMA explique en todos los casos los motivos por los que hay problemas de suministro con cada medicamento, ya que "los consumidores tienen derecho a saber qué está sucediendo con su medicación".