El alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, y el edil de Urbanismo, Nicolás González Casares, se desplazaron ayer hasta la nueva rotonda de O Montserrat, en la que la empresa Taboada y Ramos finalizó unas obras que tuvieron un presupuesto de 161.000 euros.

En presencia de Manuel Taboada -representante de la constructora- y del técnico municipal José Varela, el regidor destacó que con esta infraestructura que une las avenidas Xosé Cuíña y Madrid se contribuye a mejorar la circulación y a mejorar la seguridad vial en esta carretera que circunvala al casco urbano. También aseguró que se había llegado a un acuerdo con vecinos de este entorno de la parroquia de Donramiro para ordenar el tráfico en la calle Da Fonte. En este caso, los vehículos podrán acceder, solamente, a esta estrecha vía desde la propia glorieta. Como había informado el gobierno local semanas atrás, sí queda permitido el doble sentido de la marcha para vehículos de emergencias o camiones de servicios como los de la basura. Cuíña incidió en que con esta infraestructura viaria se da respuesta a una demanda vecinal y citó las trabas de otras administraciones para su ejecución.

Por su parte, Casares puso de manifiesto la complejidad que supuso este proyecto, que arrancó con la consecución de los terrenos mediante convenios con 11 propietarios afectados, a lo que se sumó la obtención de los permisos sectoriales. También dijo que Donramiro se verá beneficiada por otros proyectos como los del DUSI para el entorno de la iglesia o la intervención en la Avenida Xosé Cuíña. O que la obra que preside la rotonda evoca los castros es autoría de Salvador López Torres, vecino de la parroquia.