La adaptación del jabalí al hombre explica que sea posible verlo cruzando carreteras a plena luz del día, o aprovechando el silencio nocturno para pasear por la calle de los vinos de Lalín. La búsqueda de alimento explica también que otra especia, la Vespa velutina, esté cambiando sus hábitos y comience a construir sus colmenas cerca de los frutales y también de las viviendas. Lo que ya resulta más raro es ver aves paseando tranquilamente y a la luz del día. Y, sin embargo, en Lalín pasa. Los transeúntes pudieron contemplar una perdiz, paseando por la rúa Alcalde Ferreiro, acostumbrada si no a la presencia humana, sí por lo menos a quien sacó las fotografías.

Y el ejemplar ha desatado la crítica en el seno de la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín. La directiva deja claro que es imposible que pertenezca a una tanda de repoblación, ya que las siembras de perdiz más cercanas al núcleo se realiza a 8 kilómetros es imposible que esta especie cubra volando esa distancia. Una explicación de su presencia en el casco urbano puede ser que se haya escapado de alguna jaula, ya que hay quien las tiene como mascotas.