Representantes de la clase política trasdezana y de colectivos deportivos bandeirenses celebraron ayer por todo lo alto la inauguración de las nuevas instalaciones del estadio municipal de A Gandareira, en un proyecto que rebasó los 1,2 millones de euros, y que incluyó la urbanización del área anexa al recinto deportivo. Música y danza amenizaron el acto oficial, que concluyó con la disputa de varios partidos de fútbol-7 de la escuela de la SD Bandeira, con protagonismo para los más pequeños y también los conjuntos femeninos en categoría cadete y senior.

La comitiva con el alcalde, Manuel Cuíña, como anfitrión se reunió en el entorno de la calle Lourás para hacer un recorrido hasta el campo de fútbol, donde se visitaron algunas de sus nuevas dependencias como vestuarios. La concejala de Deportes de Silleda, Ana Luisa González, presentó las actuaciones de los grupos Xirandola, Fortín da Pomba y +Qdanza, que presentaron dos piezas cada uno. Tampoco faltaron las notas de la Banda de Música Recreativa e Cultural de Bandeira. La organización dispuso una carpa anexa a estas instalaciones en previsión de un temporal que finalmente no llegó, sin deslucir así el acto.

El representante de la SD Bandeira Diego Brey fue el primero en intervenir, para dejar paso luego a la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y Cuíña Fernández cerró el turno de parlamentos. Brey dijo que este club pasó de tener dos equipos a diez y que este proyecto suponía la culminación de un sueño, además de dar las gracias al CF Silleda por el uso compartido del campo de la capital.

"No sé si es una obra faraónica o no, sí es una obra necesaria". Así se refirió el mandatario local a un proyecto censurado desde las filas de la oposición, además de anunciar que en la firme apuesta del gobierno local por el deporte y sus instalaciones, de cara a la próxima temporada se acometerán mejoras en los campos de las parroquias de Laro y Lamela, que en los últimos años fueron objeto de remodelaciones como la dotación de césped natural. Cuíña también citó el proyecto en el estadio municipal de Outeiriño, en una intervención en la que dijo sentirse nervioso y orgulloso a la vez porque suponía el colofón a una vieja aspiración: la reforma de A Gandareira y su entorno. Dijo que estas inversiones siempre tienen retorno social, máxime cuando en el municipio hay 380 fichas federativas y 22 equipos de fútbol. Destacó de manera especial los 170 niños que practican esta disciplina deportiva o las 36 adolescentes y mujeres adultas que juegan al fútbol como muestra, presumió, de que en Silleda se apuesta por la igualdad. Estas palabras se llevaron una de las ovaciones más importantes de su discurso, en el que también agradeció la presencia en el acto de otros colegas como el mandatario de Vila de Cruces, Jesús Otero. Dijo que la institución provincial invertirá en los próximos meses más de dos millones de euros y pidió incluso un mayor esfuerzo inversor a Silva, ante cerca de un millar de personas. Tuvo tiempo para acusar a los que tratan de boicotear esta inversión y anunciar que en próximos días estas críticas serán respondidas.

Silva, por su parte, defendió que los vecinos de A Bandeira tengan las mismas oportunidades que los de cualquier ciudad de disfrutar de unas instalaciones como estas para la práctica del deporte. "No es una obra faraónica, es una obra imprescindible y necesaria", dijo, además de felicitar al Concello por el resultado de la urbanización de la zona anexa al campo. Al acto acudieron representantes de todos los clubs de fútbol del municipio, miembros del gobierno local y los portavoces del PP, Ignacio Maril, y del BNG, Tania Cornado.