La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) remitió ayer un escrito a la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio pidiéndole que audite la explotación silvopastoril radicada en montes de A Estrada y Cuntis cuyo propietario, José Antonio López Pampín, manifestó esta semana su intención de cerrar la explotación tras el enésimo ataque de lobo, que le llevaría a rendirse "tras diez años de lucha" al estimar que los lobos se comen en torno a un tercio de las crías de las 24 yeguas reproductoras que ahora tiene su explotación sin que la administración le indemnice debidamente, haciendo inviable económicamente la situación.

Tras aludir a sus declaraciones, Adega pide que se lleve a cabo en dicha explotación la evaluación de seguimiento prevista en los artículos 20 y 22 del Decreto 297/2008 que aprueba el Plan de gestión del lobo en Galicia, al considerar que la información publicada es "motivo de alarma social en la población y explotaciones del entorno". De hecho, ve una "especial relevancia de esta noticia tanto en la comarca como para la propia gestión del lobo, al generar una tendencia de opinión que claramente puede interferir negativamente en la búsqueda de soluciones y de modelos de coexistencia entre lobo y ganadería, incluso condicionando cualquier medida de gestión prevista en el Plan de gestión del lobo". Cree que se debe "evaluar la verdadera influencia del lobo" en la "viabilidad" de la explotación.

Por eso, Adega insta a la Dirección Xeral a que "se verifique y contraste el alcance de dichas informaciones", "profundizando en las causas que están a ocasionar la recurrencia de los daños declarados", a determinar "el grado de corresponsabilidad del titular de la explotación en la adopción de medidas de manejo preventivo frente a los ataques del lobo", a analizar "el tipo y eficacia de las medidas preventivas" y el "manejo que esta explotación está adoptando", a comprobar "si para esta explotación existen deficiencias atribuibles a los sistemas de ayudas previstos desde la Xunta a lo largo de los últimos años", a revisar "cuál fue la relación de ayudas solicitadas, denegadas y recibidas por el interesado con relación a las distintas líneas de pagos convocadas por la Xunta en los últimos años, bien para indemnizar daños por bajas o para incorporar medidas preventivas" y a "determinar si concurren otras circunstancias intrínsecas al funcionamiento de la explotación que puedan estar detrás de la falta de sostenibilidad de esta ganadería y que deriven en unas condiciones favorables para que el lobo tenga una muy fácil disponibilidad predadora sobre esos caballos".

Y, finalmente, "de ser el caso, una vez verificado el supuesto alcance del impacto del lobo sobre la viabilidad de dicha explotación" a "disponer de las ayudas indemnizatorias y compensatorias así como de asesoramiento para manejo y prevención de un modo proporcional a los daños y al lucro cesante generado por dichos ataques del lobo".

Defiende que el presupuesto orientado a tal fin debe ser "más elevado que el actual" y que se deben acordar los plazos de tramitación y resolución, propiciando además "actuaciones de sensibilización que favorezcan modelos de coexistencia entre lobo y ganadería". En ese sentido, cree que los medios de comunicación "desempeñan un rol fundamental" que debe huir "de informaciones sensacionalistas, no contrastadas con datos oficiales" y "centradas en el miedo al lobo" y a los daños "de supuestos ataques que muchas veces generan una injustificada alarma social",