Tanto ayer como hoy, el norte de la provincia está en alerta amarilla desde las 15.00 horas y hasta el atardecer porque los termómetros rebasarán los 36 grados. Es la primera ola de calor de un verano que hasta el momento, rozando ya su ecuador, no sirvió para que hiciesen caja ni los comercios con sus rebajas ni la hostelería. Nada que ver con el año pasado, cuando la intensa sequía que se arrastraba desde el invierno hacía peligrar ya las reservas de agua de muchos pozos particulares.

Es cierto que el mes que acaba de terminar no fue precisamente lluvioso, pero sus amaneceres recordaron, en más de un día, a los del mes de mayo. Las temperaturas máximas alcanzaron los 30,3 ºC en la estación de Mouriscade, los 29,9 en la urbana de Lalín o los 31,1 en Camanzo, Vila de Cruces. Pero es que en julio del año pasado, el mercurio marcó valores más altos: en Mouriscade se puso en los 33 grados, mientras que en Lalín alcanzó los 32,7 y en Camanzo, los 34,8. Así que los valores máximos de julio se colocan unos tres grados por debajo de los del mismo mes de 2017. En cuanto a las temperaturas mínimas, también fueron más llevaderas, con hasta cinco grados por encima de las de julio del año pasado: en la estación urbana de Lalín, las mínimas fueron 10,6 ºC (frente a los 6,8 de 2017), en Mouriscade, 8,6 (3,5) y en Camanzo, 11,6 (7,8).

Al descender las máximas pero subir las mínimas, es lógico que la temperatura media mensual sea similar a la del año pasado. De media, el mercurio en julio estuvo en los 17,8 grados en Lalín (en 2017 fueron 18,1) o en los 18,8 en Mouriscade, en un valor muy próximo a los 18,1 del julio pasado.

A la hora de hablar de precipitaciones, la estación forcaricense de Pereira lidera la lista, con 58,8 litros por metro cuadrado (l/m2), el triple de los 18,4 que cayeron el año pasado. Pero conviene señalar, también, que sólo hubo 3 días con precipitaciones considerables, por encima de los 10 milímetros. En la citada estación de Camanzo y en la Serra do Faro, en el límite entre Rodeiro y Chantada, se recogieron 41 l/m2 en ambos casos, mientras que en julio e 2017 apenas se recogieron 1,8 en la primera y 5,6 en la segunda. Por ahora, y debido a las intensas lluvias que cayeron desde diciembre hasta prácticamente finales del mes de junio, los concellos dezanos tienen asegurado el suministro en sus redes de traída municipales.