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Medidas de seguridad vial que pueden perjudicar la salud

La valedora investiga los lomos de burro en rutas sanitarias tras advertir el 061 de sus perjuicios

Una queja del ciudadano vasco Mateo Lafragua propició un estudio de la Fundación de Urxencias, que dice que los pasos sobreelevados camino de hospitales "atrasan la asistencia" y "pueden agravar" el estado de los pacientes

Paso sobreelevado en la calle B de Lalín, muy cerca del centro de salud. // Bernabé/Javier Lalín

Los lomos de burro en las denominadas rutas sanitarias -viales que conducen a hospitales o centros médicos- ya no están solo en el punto de mira de los técnicos de las ambulancias, críticos desde hace tiempo contra estos elementos. La Valedora do Pobo acaba de abrir una investigación sobre los efectos de estos pasos sobreelevados, tras recibir un informe de la Fundación de Urxencias Sanitarias de Galicia-061 de los perjuicios que causa a los pacientes.

Este expediente se abrió a raíz de una queja del ciudadano vasco Mateo Lafragua, con un doble trasplante de riñón que en su día logró que retiraran los 19 lomos que había en los siete kilómetros de carretera entre su casa y el hospital de Bilbao al que acudía a diaria para sus sesiones de diálisis. Lafragua visitó hace menos de un mes Pontevedra, y en concreto, los accesos a Montecelo, para exponer su experiencia, con la que elaboró un estudio en el que concluye que los "lomos son un riesgo para los pacientes de las ambulancias por la pérdida de tiempo que suponen (y que puede ser vital en traslados de personas infartadas, por ejemplo) como por la repercusión que tienen en los propios enfermos".

Esas mismas conclusiones son las que ahora se ponen de manifiesto en el informe del 061. La Valedora do Pobo ya ha informado a Lafragua de que a raíz de su queja por la existencia de lomos en las rutas sanitarias, se solicitó ese estudio de la fundación de urgencias. La investigación no se dirige expresamente a Pontevedra, aunque es el municipio donde comenzaron estas quejas de los técnicos de las ambulancias, aunque sí surge tras la visita de Lafragua a la ciudad, y alerta también de la política de la Diputación de instalar estos elementos en toda la provincia.

El documento de 061 detalla que "la finalidad de la instalación de los lomos o resaltes en las distintas calles de las ciudades, y singularmente en las travesías, es la de reducir la velocidad de los vehículos que utilizan las mismas para prevenir los alcances entre coches y a peatones". La fundación sostiene que la existencia de lomos "puede resultar perjudicial para el traslado de pacientes en las ambulancias, ya que la existencia de esos resaltes puede afectar de la siguiente manera: en ciertas patologías -pacientes politraumatizados, neuroquirúrgicos lesionados medulares- puede existir una desestabilización e incluso agravarse la patología si se ven sometidos, en su traslado, a situaciones de aceleración o desaceleración constantes, por la influencia que estos movimientos tienen sobre sobre la tensión arterial, la presión intracreneal, etc., además de la influencia mecánica directa que provocan sobre determinadas lesiones".

Otra de las posibles afecciones es que los lomos "atrasan la asistencia sanitaria en situaciones de emergencia (desde que se alerta a la ambulancia hasta el momento de la asistencia)". En estas situaciones, el tiempo de atención es "un factor fundamental e incluso vital en determinadas patologías", apunta. También subraya que la presencia de lomos "no garantiza las condiciones mínimas de confort que necesitan las patologías de las personas que son trasladadas, tal y como recomiendan todas las sociedades científicas. Asimismo, estos resaltos tienen incidencia o repercusión en el personal sanitario que diariamente realiza los traslados de pacientes, sin olvidar las repercusiones mecánicas en los propios vehículos".

Por todo ello, el 061 añade la "sugerencia importante de trasladar a los concellos la necesidad de retirar los lomos en las vías de acceso directo a los hospitales". En Pontevedra -área sanitaria de referencia para Forcarei y Cerdedo-Cotobade-, al margen de los que puedan existir en el centro urbano camino del Hospital Provincial, la mayor incidencia se detecta en Montecelo, con pasos sobreelevados en la avenida de Lugo, más los previstos en la futura ronda Este, pendiente de adjudicación entre O Marco y San Mauro. Los técnicos de ambulancias ya solicitaron que se retiren del proyecto.

Pero no es Pontevedra el único caso, ni mucho menos. En los accesos al Complexo Hospitario Universitario de Santiago (CHUS) -área sanitaria que atiende a los pacientes de Deza y A Estrada- existen diferentes tipos de reductores de velocidad, incluídos pasos de cebra sobreelevados y lomos de burro. Los hay tanto en las entradas y salidas del Hospital Clínico como en las de los demás centros sanitarios compostelanos, incluídos los que se encuentran en el centro urbano.

La instalación de pasos sobreelevados es una de las medidas de seguridad vial adoptadas por los concellos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes en sus núcleos urbanos y en los accesos a los mismos. Por eso, también suponen un riesgo para las ambulancias que trasladan pacientes a sus respectivos centros de salud, bien por urgencias médicas, bien de modo rutinario para realizar controles preestablecidos.

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