Demanda la colaboración de concellos y diputaciones

Con el contundente informe de la fundación del 061 en Galicia en sus manos, Milagros Otero, la Valedora do Pobo, destaca: "Consideramos relevante ampliar esta investigación, dando trámite a un estudio de oficio que permita evaluar la situación de la problemática aquí formulada". Por ello, esta institución solicita la "colaboración institucional de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) con el fin de que se analiza en el seno de la misma el contenido del informe de la Consellería de Sanidade, con la implicación de los municipios que pudieran verse afectados por usarse una carretera local como vía de acceso a un centro hospitalario del Sergas. Igualmente, sería necesaria la implicación de las diputaciones para realizar la misma valoración en aquellos casos en los que el acceso a tales centros se produzca a través de una carretera de titularidad provincial". La Valedora do Pobo apela a estas entidades para "obtener un informe sobre las medidas que pudieran adoptarse para paliar las consecuencias perjudiciales derivadas de la colocación de resaltos o lomos" en las carreteras de acceso a los centros sanitarios del Servizo Galego de Saúde.

La asociación de técnicos de ambulancias Asgate recuerda que Mateo Lafragua, autor de esta queja, recibió el premio Ponle Freno y consiguió que su informe, La repercusión de los resaltos en el transporte sanitario de emergencias, fuera presentado en el Parlamento Vasco. Este ciudadano vasco sufrió durante mucho tiempo en sus propias carnes los inconvenientes (él no duda en calificarlo de "tormento") de la instalación de pasos elevados, especialmente en las vías de acceso a los hospitales. Por ello, desde hace tiempo trata de abrir el debate sobre el problema que suponen estos resaltes o los lomos para los vehículos de emergencias, especialmente los de transporte sanitario.

Consecuencias graves

El trabajo realizado por Mateo Lafragua llega a conclusiones como que cada paso elevado supone un retraso de diez segundos en el transporte de un enfermo urgente, tiempo que en el caso de un infartado puede ser vital. También se detectaron consecuencias graves en personas con politraumatismos, sangrado en las zonas de punción en pacientes con diálisis, desestabilizaciones -que obligan a detener el vehículo para estabilizar de nuevo al enfermo-, riesgo de caída para los profesionales sanitarios que atienden al paciente, además de peor atención al mismo, desconexiones de vías en los pacientes o de las máscaras de oxígeno, entre otros muchos inconvenientes.

Asimismo, Lafragua expone la existencia de métodos alternativos a los pasos elevados que ya se están utilizando con éxito en otras partes de Europa y propone la instalación de radares de tramo en los puntos más conflictivos.

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