La huelga de funcionarios de la justicia que se prolongó durante tres meses (entre febrero y mayo) dejó secuelas en los partidos judiciales de las comarcas. Ayer, el Consejo General del Poder Judicial divulgó el informe sobre la actividad judicial en el primer trimestre. En conjunto, los cuatro juzgados de Lalín y A Estrada comenzaron el año con menos casos pendientes que al inicio de 2017 (983 frente a 1.050), y también ingresaron bastantes menos expedientes, en concreto casi 360 menos (638 contra 993). Pero el paro de los trabajadores motivó que se resolviesen 537 procesos, menos de la mitad de los 1.095 que salieron adelante en el mismo periodo del año pasado. Así las cosas, es lógico que el trimestre también rematase con más asuntos abiertos que el año pasado: 1.081, mientras que en 2017 habían sido 948.
Si vemos los datos por partido judicial, se da exactamente la misma tendencia. En el de Lalín, al arrancar enero estaban en trámite 560 expedientes (en 2017 eran 593). En ellos se impone sobre todo la jurisdicción civil, con 381 casos (344 el año anterior) sobre los 179 de penal (frente a los 249). Pues bien, los juzgados de O Regueiriño ingresaron 350 nuevos asuntos: 182 de civil y 168 de penal. Las cifras son más modestas que en el primer trimestre del año pasado, pues por entonces entraron casi el doble de asuntos, 602, de modo que había más tanto en civil, con 301, como en penal, con también 301. Lalín ingresó casi la mitad de procesos, pero también resolvió la mitad, 321 frente a los 635 de 2017. El descenso en el despacho de asuntos afecta a las dos jurisdicciones, ya que en civil se solventaron 176 expedientes (en 2017 fueron 278) y en penal, 145 (357). Aún así, Lalín cierra el trámite con cifras no del todo malas: 589 casos pendientes, 29 más que el año pasado.
La diferencia es más abultada en A Estrada, pues sus casos pendientes al acabar el trimestre, 492, suponen más de un centenar que los 388 de 2017, y a pesar de que en enero las cifras daban justo lo contrario: estaban en trámite 423 procesos (457 el año pasado), de lo que 313 eran civiles (321) y los 110 restantes, penales (136). Estos juzgados también ingresaron menos, sobre todo en penal (65 frente a 160), pero en esta jurisdicción se resolvieron en torno a la tercera parte, 51 con respecto a 178. En jurisdicción civil el ingreso fue similar al del año pasado, 223 y 231, pero también decayó el despacho de asuntos, 165 y 282.
Para entender cómo se produce esa acumulación de expedientes, basta con ver la forma de resolverlos: mediante sentencias, autos o decretos. Las sentencias disponen medidas procesales, los autos resuelven pequeñas incidencias y los decretos sirven para impulsar un proceso. Estas tres herramientas descienden en el primer trimestre, pues en conjunto se dictaron 153 sentencias (en 2017 fueron 226), 225 autos (509) y 109 decretos (244).
A la hora de hablar de sentencias, hay que tener en cuenta cuántas están pendientes de ejecutar al final del periodo. Son, en total, 2.750, por encima de las 2.637 del primer trimestre del año pasado. La cifra es más abultada en Lalín, con 2.004, que en A Estrada, con 746. La diferencia en comparación con 2017 también es más notable en Lalín, pues el año pasado estaban pendientes 1.914 sentencias, mientras que en A Estrada eran 723.
