La distribución de las farmacias en el territorio gallego es muy desigual y en muchos de los municipios menores solo está operativo un despacho para atender a su población. En las áreas más urbanas y en consecuencia con mayor población, la ratio se sitúa en una botica por cada dos millares de vecinos. Este es el promedio, según los datos oficiales del Sergas, que hay en los municipios gallegos de primera categoría. Dentro de esta veintena de territorios están Lalín y A Estrada, si bien la capital estradense mejora esta ratio, también con respecto a su concello vecino.
En los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes gallegos están en funcionamiento un total de 682 farmacias, y una veintena corresponden a Lalín y A Estrada. La capital de Tabeirós, con una población y extensión territorial semejante a la dezana, mantiene sin embargo 11 despachos disponibles frente a los 9 que hay en la dezana. En consecuencia, la ratio de farmacias por habitante en A Estrada es de una por cada 1.889 residentes, mientras que en el otro caso la cifra se incrementa hasta las 2.227. En Lalín los negocios se distribuyen en los cinco operativos en el núcleo urbano, a los que hay que sumar otro en el área periurbana de Donramiro y las farmacias autorizadas en las parroquias de Goiás, Prado y Vilatuxe. En el último concurso dado a conocer por la Xunta meses atrás no se prevén más licencias para la capital dezana. Parte de las boticas lalinenses tienen unificados unos horarios de atención al público, a excepción de las guardias, de 9.30 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30; aunque en algunos casos el cierre se adelanta o atrasa treinta minutos. El común para los sábados es de 10.00 a 13.30 horas.
En A Estrada son siete dentro del núcleo urbano, a las que hay que añadir las de Souto de Vea, Codeseda, Oca de Arriba y O Foxo. En lo que respecta a los horarios, la atención a los clientes es muy semejante a la de las boticas lalinenses.
Si valoramos la oferta de estos servicios públicos de las dos capitales de comarca sobre la de los demás concellos de primera categoría, Santiago de Compostela es el que muestra una mejor ratio al contar con un despacho por cada 1.411 habitantes y totalizar 68. En parámetros muy semejantes se sitúan Ourense y A Coruña. En la capital ourensana hay 60 farmacias para casi 106.000 residentes y la ratio de la capital coruñesa es de una por cada 1.821, una vez que en este municipio hay 134. Ferrol, con 37 boticas), Pontevedra (41), Lugo (48) y Vigo (141) se sitúan en parámetros semejantes. Las diferencias más notables se dan si comparamos la distribución de las farmacias en Lalín y A Estrada con respecto a otras poblaciones más parecidas, incluso con mucha más población, pero menos extensión territorial. Los más de 30.500 residentes de Ames solo disponen solo de 8 oficinas de farmacia y en Culleredo, con casi 30.000, son nueve las operativas. Un docena hay en Narón, una más que en Oleiros y dos más que en Arteixo. Solo Cambre y Pontareas, además del ya citado caso de Ames, con ocho boticas, tienen menos recursos que Lalín. Los demás suman en torno a una decena.
