Los accesos a la Fervenza do Toxa desde la zona del mirador están limpios. Una empresa maderera contratada por los propietarios retiró los árboles caídos en los viales y senderos de Pazos durante los temporales de hace dos semanas. El Concello de Silleda colaboró en los trabajos mediante la aportación de medios técnicos y humanos.

Quienes deseen visitar la Fervenza do Toxa, sea llegando al pie de la misma, sea asomándose a su mirador, tienen el camino expedito para hacerlo. Entre el viernes de la semana pasada y el lunes de la presente quedaron libres de madera y restos vegetales los caminos que dan acceso a este enclave turístico. Habían sido decenas los árboles -pinos en su mayoría- arrancados de raíz o tronzados por los fuertes vientos que quedaron esparcidos por el entorno, ofreciendo una estampa desoladora de uno de los parajes más visitados de Deza.

El Concello de Silleda se encargó de coordinar las actuaciones para acondicionar cuanto antes este espacio natural. Primero, miembros de la Policía Local, acompañados por vecinos de Pazos, procedieron a la identificación de los propietarios, una tarea que comenzó días después de los temporales, nada más tener constancia de la devastación producida. Posteriormente, el mismo ayuntamiento dio a los propietarios -no todos eran de Pazos, sino que los había de otras parroquias, como Rellas, por ejemplo- un plazo de un par de días para proceder a la retirada de los árboles o, de lo contrario, lo haría la propia administración.

La mayoría de los afectados acordaron contratar a una maderera para que retirase los restos de madera y ramas que entorpecían, cuando no impedían, el tránsito por los viales de la zona. La empresa tuvo la colaboración del Concello en los trabajos de limpieza, pues personal municipal se desplazó a la zona con una máquina para mover las raíces que habían sido arrancadas y ayudar en las distintas tareas de acondicionamiento del lugar.