La reacción de los dos partidos que conforman la oposición política de Silleda a la dimisión de la hasta ahora edil de Cultura, María José Fernández, apunta a las desavenencias internas y a la polémica por la obra de acceso al mirador del Toxa como los motivos que forzaron la marcha de la concejala, aunque ésta y el gobierno local esgriman que se debe a que no puede compaginar el cargo con sus estudios y su trabajo.

Tanto el PP como el Bloque apuntan al carácter del alcalde, Manuel Cuiña, como una de las causas de la marcha no solo de esta concejala, sino de los dos anteriores, Aida Castro (que llevaba Xuventude y Normalización Lingüística) y Luis Rodríguez (que se encargó de Medio Ambiente y compartió precisamente Cultura, hasta su marcha, con María José Fernández). "Es el carácter autoritario y poco dialogante del alcalde el que está provocando las dimisiones de los ediles socialistas, y van tres en poco más de un año", recuerdan los populares. "Ya sabemos que el alcalde actúa con mano de hierro" señala, desde el BNG, su portavoz Matías Rodríguez da Torre, quien añade que "quien conoce a esta gente ya sabe cómo actúan, son de posturas únicas y no admiten que haya críticas internas".

Tenga o no que ver, lo cierto es que la dimisión de María José Fernández se conoció justo una semana después de que en la red social Facebook se manifestase contraria a la mejora del mirador de la fervenza que se orquestó desde la concejalía de Turismo. Para el PP, lo único que hizo la entonces concejala "fue expresar en una red social lo que pensamos todos, que la obra del Toxa fue una chapuza". En pleno el PP pidió, en vano, que se repusiese el enclave a su estado original. "En lugar de rectificar o tratar de corregir sus errores, lo que hace el alcalde es sacar de delante a una edil que no piensa como él", indican desde el partido que lidera José Luis Espiño.

Los populares señalan que María José Fernández ya sufrió, en la práctica, cierto aislamiento desde el inicio del mandato. En referencia a Cuiña, indican que "primero les rebajan competencias [se refiere al hecho de compartir Cultura con Luis Rodríguez], después impone su criterio y finalmente los ediles que no piensan como él acaban de dimitir por las presiones a las que se ven sometidos, lo que imposibilita la pluralidad de pensamiento dentro del grupo de gobierno", aducen.

Estas dimisiones escalonadas, a entender del PP, traen como consecuencia "inestabilidad, inacción y desajustes en el gobierno local por la falta de experiencia de los nuevos ediles". Es más, los populares creen que a este ritmo acabará el mandato "y aún no hay un concejal que conozca en profundidad su área".

Por su parte, Da Torre tiene claro que el PSOE usó a Fernández electoralmente, para asegurar los votos en la parroquia de Lamela tras la marcha de Margarita Campos. "Cuiña lo que quiere a su lado son ceros a la izquierda", añade el concejal, quien además se hace eco de las quejas de numerosos colectivos y personas vinculadas al mundo cultural y asegura que "esta concejala pasará sin pena ni gloria a la historia de Silleda, porque no estaba atendiendo su concejalía". Es más, Da Torre añade que "no había un dominio mínimo para atender este departamento". En cuanto a los dos concejales que también dimitieron de sus cargos, apunta que "ambos tenían muy limitado su campo de acción" por la presión de Cuiña.