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Enrique Iglesias acapara Carboeiro

El cantante madrileño filma escenas de su último videoclip 'De noche y de día' en el cenobio silledense rodeado de un hermetismo desproporcionado

El monasterio de Carboeiro volvió a convertirse ayer en un inmenso plató con motivo de la grabación del nuevo videoclip de Enrique Iglesias. La filmación de 'De noche y de día' llenó el cenobio silledense de cables, estufas, focos y un equipo compuesto por 70 personas pertenecientes al staff técnico de la productora. Sin embargo, el cantante madrileño dejo a todos con un palmo de narices anunciando su llegada para las 14.00 horas -llegaría pasadas las 15.30 horas- con la condición de la expulsión de los medios de comunicación del lugar después del revuelo montado por su presencia en las inmediaciones del Hostal de los Reyes Católicos de Santiago de Compostela. La medida fue anunciada por parte del productor ejecutivo de la grabación y ejecutada por varias patrullas de la Guardia Civil desplazadas hasta las ruinas monacales.

Horas antes de la presencia del hijo mayor de Julio Iglesias en Trasdeza la actividad en el interior de Carboeiro era tremenda. Incluso un pulpeiro se apostó en los alrededores del templo con la esperanza de ver llegar a la cohorte de fans que suelen acompañar al cantante nacido en Madrid que, sin embargo no aparecieron. Pablo Gallo, un vigués de la productora de la filmación, resumió en "unos 300 figurantes" los participantes en el rodaje y desveló que Enrique Iglesias aparecería bailando en el nuevo clip rodeado de varias bailarinas que una hora antes de la llegada de Iglesias habían entrado en la pertinente sesión de maquillaje. La lluvia también hizo acto de presencia en los instante previos a la llegada de Enrique Iglesias a Carboeiro y dificultó el acceso a las numerosas furgonetas y autobuses en los que la productora traslado al recinto a los figurantes que participaron en la filmación del clip.

Finalmente, Enrique Iglesias hizo su entrada en Carboeiro en medio de un hermetismo total y dentro de un monovolumen alemán con los cristales tintados. Varios guardaespaldas lo acompañaron el corto trayecto hasta la entrada del cenobio mientras el cantante mostraba evidentes muestras de frío enfundado en una parca y tocado con su inseparable gorra made in USA. Al cierre de esta edición, el trabajo continuaba en el monasterio de Carboeiro con una previsión de finalizar en torno a las dos de la madrugada, según los productores.

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