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"Siniestro" ya vive con su salvadora

Una mujer adopta el gato que le hizo volcar tras esquivarlo en la vía rápida

María Elena Núñez, ayer en su casa con "Siniestro". // Iñaki Abella

Pasaban unos minutos de las tres de la tarde del 25 de junio cuando María Elena Núñez Vázquez circulaba por la vía rápida de Cambados a Vilagarcía. Vecina de A Modia, se dirigía a su trabajo en Vilagarcía, y a su paso por el término municipal de Vilanova se dio cuenta que los coches que la precedían se apartaban de algo en la carretera. Ella pensó que se trataría de una bolsa, o algo similar. Sin embargo, cuando se aproximó al objeto se dio cuenta de que no era una bolsa, sino un gato que se movía por la calzada aparentemente herido. "No me dio tiempo ni a pensarlo y di un volantazo hacia el arcén", cuenta la mujer, que sigue de baja después del accidente, aunque va mejorando y el jueves ya le quitaron el collarín cervical.

Tras dar el volantazo para esquivar al gato, la cambadesa volcó completamente. "Mi primera reacción fue apagar el motor y quitar las llaves", recuerda. Después, al ver que estaba todo bien, se desató el cinturón de seguridad y salió del coche por la ventanilla del acompañante. Para entonces, ya se habían detenido otros coches y había gente para echarle una mano mientras no llegaban los servicios de emergencias.

Encuentran el felino

Fue, precisamente, uno de los efectivos del Servicio de Emerxencias de Cambados quien encontró el gato que había irrumpido en la calzada. María Elena Núñez afirma que al verle tan pequeño (el felino tiene apenas un mes de vida) e indefenso ya quiso adoptarlo. Pero el animal estaba herido y había que llevarlo al veterinario. Ella siguió pendiente la evolución del gato, "y cuando me dijeron que le habían tenido que amputar la pata derecha ya me decidí del todo a adoptarlo".

La alternativa sería llevar el gato al refugio municipal de animales, pero María Elena Núñez asume que posiblemente el gato ya no llegase a salir de allí, "porque nadie iba a querer adoptar a un gato con una pata amputada".

Ella misma escogió el nombre del gato, y le llamó "Siniestro". En su casa ya tenía un perro y un gato, y aunque en estos momentos ella no tenía intención de aumentar la familia, el accidente puso en su vida a un nuevo miembro. "Se está adaptando bien, es muy mimoso. Quiere estar en todo momento encima mía. Para él, soy como su madre. En cuanto me alejo un poco, se pone a maullar". "Y come como un león", concluye esta cambadesa que ha dado una demostración de amor y respeto por los animales.

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