La guerra entre percebeiros y bateeiros a causa de la recolección de mejilla (semilla de mejillón) en las rocas del litoral sigue abierta, a la espera de un acuerdo entre las partes para saber dónde y cuándo recoger esa cría de molusco que los acuicultores precisan para encordar sus parques de cultivo flotantes.

La intención de la Consellería do Mar es que pacten las zonas idóneas, teniendo en cuenta que mejilla y percebe crecen en las mismas rocas -las más golpeadas por el Atlántico- y que estos dos sectores están condenados a entenderse, para evitar enfrentamientos como los vividos desde hace décadas y frenar el clima de crispación que va a más desde hace semanas.

Pero esa línea de colaboración no es fácil de alcanzar, sobre todo porque los bateeiros no están dispuestos a que los percebeiros les impongan unas condiciones que les perjudican.

Y también porque saben que la ley los ampara y que están autorizados y legitimados para recolectar la cría en el litoral gallego. De ahí que se opongan a que las cofradías pretendan extraerla, a través de los percebeiros, para después vendérsela.

Pero es que, además, los bateeiros insisten en que integran un sector estratégico para Galicia, lo cual les lleva a rechazar que "una minoría" intente "condicionar y limitar" el funcionamiento de un motor económico así, capaz de generar más de 2.000 millones de euros en las dos últimas décadas tras la comercialización de 4,5 millones de toneladas de mejillón. Frente a las 7.000 toneladas de percebe despachadas en el mismo periodo, por importe de 187 millones de euros.

En relación con esta abismal diferencia en cuanto a producción y facturación, puede detallarse que el año pasado se vendieron 255.000 toneladas de mejillón, por valor de 112 millones de euros, y 310 toneladas de percebe, con unos ingresos de 9 millones de euros.

Al hilo de estos datos, y para entender mejor el papel que desempeña cada sector en las diferentes rías gallegas, puede desglosarse a continuación lo ocurrido en cada una de ellas el año pasado:

| Arousa. En esta ría se vendieron durante las dos últimas décadas más de mil toneladas de percebe, por valor de 34 millones de euros, correspondiendo la gran mayoría del recurso extraído a la cofradía de Aguiño. El año pasado su lonja y la de O Grove vendieron 56 toneladas de percebe, generando unos ingresos de 1,8 millones de euros.

Si se comparan esos registros con los obtenidos en la Provincia Marítima de Vilagarcía por las descargas de mejillón, llama poderosamente la atención que solo el año pasado se despacharon en sus puertos 187.350 toneladas de "oro negro", con unos ingresos de casi 80 millones de euros.

Fue gracias a distritos marítimos como el de A Pobra do Caramiñal, con 60.000 toneladas y 25 millones de euros; Vilagarcía, con 38.000 toneladas y 15 millones facturados; Cambados, 47.000 toneladas y 21 millones de euros; y O Grove, 34.432 toneladas de mejillón, por importe de 15 millones de euros.

| Pontevedra y Vigo. En la Zona II de la pesca y el marisqueo en Galicia, la de Pontevedra, el percebe arroja un resultado de 9 millones de euros (240 toneladas) desde el año 2001. Durante el pasado ejercicio se rozaron los 376.000 euros, tras la comercialización de casi once toneladas de este crustáceo.

A estos datos pueden sumarse los de la Zona I, Vigo, con 1.312 toneladas de percebe vendidas, por 44 millones de euros, durante las dos últimas décadas. El año pasado fueron 62 toneladas y casi 3 millones de euros.

Pero también en estas aguas el mejillón marca diferencias, ya que la provincia Marítima de Vigo cerró 2019 con 51.000 toneladas de este molusco (24 millones de euros).

Procede resaltar las 22.180 toneladas de mejillón descargadas en el distrito marítimo de Cangas (11 millones de euros), las 10.300 toneladas de Portonovo (4 millones de euros) y las casi 8.000 toneladas de Redondela (3 millones de euros).

Eso sin menospreciar a puertos como los de Bueu, 7.151 toneladas de mejillón y 4,3 millones de euros, Vigo, 2.657 toneladas (un millón de euros) y Baiona, con 869 toneladas el año pasado.

| A Coruña. Las lonjas de Muros-Noia, del conjunto de las Rías Altas, A Coruña y Lugo vendieron el año pasado 181 toneladas de percebe, lo cual generó unos ingresos de 4,5 millones de euros.

En este caso el protagonismo de los percebeiros es mayor, ya que el cultivo de mejillón es más limitado que en las Rías Baixas, ciñéndose a las bateas de las rías de Muros-Noia y Ares-Betanzos.

Aún así, la Provincia Marítima de A Coruña cerró 2019 con 17.177 toneladas de molusco y más de 8 millones de euros.

Los bateeiros critican una postura "inasumible"

Ahora que los dirigentes de las asociaciones de bateeiros y las cofradías tratan de consensuar en qué zonas será posible recolectar mejilla, entre los primeros hay quien asegura que lo que plantean los pósitos "es totalmente inasumible".

Explican que "prácticamente quieren quedarse en exclusividad con el 70% o el 80% del litoral de Galicia y nos piden que busquemos la mejilla en las playas, los ríos y las piscinas municipales", ironizan los mejilloneros.

Esto les lleva a decir que "no solo quieren repartir 25 kilómetros de costa para cada percebeiro para extraer ese producto, sino que pretenden apropiarse de todo el litoral para ser ellos los encargados de extraer la semilla de mejillón y después obligarnos a comprársela".

Hay incluso quien plantea que, "si esto se hace así, los percebeiros tampoco tendrán que ver problema alguno en que los bateeiros nos dediquemos a recoger su percebe cuando vamos a la cría para llevarlo nosotros mismos a las lonjas".

Es por ello que advierten de que "las cofradías no pueden amenazar así 40.000 puestos de trabajo, menospreciando al que es uno de los motores económicos de Galicia y enfrentándose a miles de familias y cientos de empresas".

Mar-industria

Terminan diciendo que "el percebe requiere de una raspeta y poco más, pero el mejillón es el protagonista de un complejo sector mar-industria que genera miles de millones de euros y da de comer a mucha gente".

Por cierto, aunque no se cansan de repetirlo, los bateeiros apostillan que cuando saltan a las rocas "el percebe no nos interesa en absoluto y no lo tocamos; lo único que nos importa de verdad, porque es parte de nuestra vida, es esa mejilla que debemos recoger en el litoral, de acuerdo con lo que marca la ley, para preparar cada campaña".

Sin esa cría, advierten, "no solo nuestro sector estará perdido, sino que también lo estará buena parte de Galicia".