Antes de que se decretase el estado de alarma que obligó a la población a confinarse en sus casas, los vigilantes de la Cofradía de A Illa habían recogido cerca de veinte toneladas de residuos retirados por voluntarios de las playas. Ese trabajo no va a quedar en el olvido ya que la intención del pósito es volver a recuperar la actividad en cuanto la desescalada lo permita.
"El plástico y la basura marina no se ha detenido con el coronavirus", explicaba ayer el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, por lo que "nosotros tampoco vamos a hacerlo y esperamos contar con el respaldo de toda la gente cuando pueda volver a pasear por las playas, utilizando el mismo método que hemos estado haciendo hasta ahora".
Durante este mes y medio de confinamiento, el pósito no ha estado parado en este sentido, ya que operarios de la cofradía retiraron restos de redes de la zona portuaria, además de recoger diferentes bolsas que varias familias, coincidiendo con el desconfinamiento de los más pequeños, dejaron en las playas. Es precisamente en los voluntarios donde Millán incide ya que "sin ellos, este trabajo sería imposible, porque nosotros no tenemos capacidad suficiente para recoger todo lo que el mar deja en las playas y su colaboración se hace indispensable".
El proyecto Basura Marina nació hace tan solo unos meses de la mano del pósito. A través de una página de Facebook, los voluntarios pueden situar la basura que han retirado del arenal para que los vigilantes de la Cofradía de A Illa, mientras realizan sus labores habituales de control de los bancos marisqueros, se acerquen hasta ese lugar para recoger los restos. Estos se depositan en un punto instalado en el muelle de O Xufre, antes de ser retirados por una empresa especializada para su tratamiento. La mayor parte de la basura retirada son artes de pesca perdidas, pero también se encuentra todo tipo de plásticos y otros elementos contaminantes.
