La iglesia de Santiago Apóstol, en Carril, es una de las pocas de la comarca que celebra misas con mayor asistencia de fieles durante el estado de alarma por la crisis del coronavirus, lo que ha provocado una polémica en esta parroquia vilagarciana. La situación de tensión entre las personas que acuden a los actos religiosos y quienes viven en el entorno es tal que acaban en denuncias cruzadas: unos por violación de la orden de confinamiento ante la alarma sanitaria, y los otros por los insultos que reciben desde los balcones cuando entran o salen del templo.
El párroco de la iglesia de Carril sigue las instrucciones acordadas en su día por los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago de Compostela, en las que se indica que "los sacerdotes continuarán celebrando diariamente la Eucaristía, rezando por el Pueblo de Dios, siendo posible la asistencia de un pequeño grupo de fieles".
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El templo carrilexo es bastante amplio, por lo que en el interior no habría problema para guardar las distancias de seguridad establecidas. El problema es que estas normas de separación a veces no se guardan a la salida. Los vecinos del entorno lo han denunciado en varias ocasiones e incluso acudió a la puerta de la iglesia la Policía Nacional la pasada semana, identificando a las personas que salían de la iglesia para dar parte a la Subdelegación del Gobierno.
Esta semana volvieron a concentrarse un grupo de personas en la misa y a la salida, fueron grabadas en vídeo por un vecino que profirió varios insultos, acusándolas de fomentar la propagación del coronavirus en la zona El documento fue colgado en redes sociales. Varias de las afectadas han decidido presentar denuncia.
