Los grovenses, que siempre se caracterizaron por su solidaridad, no dejan de dejarla patente con motivo de la crisis sanitaria, social y económica provocada por el Covid-19. Son muchos los bares, restaurantes y hoteles que han decidido vaciar sus neveras. Y no para desprenderse de productos que ya no les sirven o hacer limpieza ahora que están cerrados, sino para aportar todo tipo de alimentos con los que ayudar a las familias más necesitadas.

El alcalde, José Cacabelos Rico, ya destacaba y alababa hace días ese derroche de solidaridad de los vecinos, pues junto a los negocios de hostelería colaboran en la causa ciudadanos a título particular, comercios, conserveras y, en definitiva, todo el tejido empresarial del municipio meco.

En el gobierno local prefieren no dar los nombres de los donantes porque los hay que desean mantenerse en el anonimato, y tampoco es cuestión de dejar a nadie en el olvido.

Pero sí aportan la relación de productos obtenidos para su reparto entre los más necesitados, lo cual se hace a través del departamento de Asuntos Sociales y el Servicio Municipal de Emergencias.

La lista es tan interminable como variada, y va desde las galletas, de diferentes tipos, hasta las latas de conserva, como las de zamburiñas, sardinillas, agujas, atún, mejillones y alubias.

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La leche, tanto desnatada como entera o semi, la pasta, el aceite de girasol y de oliva, los garbanzos y el azúcar también integran esta relación, en la que no faltan el cacao, agua, arroz, tomate frito o harina.

En la base de Emergencias, o bien recogidos por sus miembros en los diferentes establecimientos que así lo han pedido, también se recibieron una buena cantidad de sacos de patatas, rulos de cabra, tartas de Santiago, frutos secos, beicon, huevos, salchichas, queso fresco, yogures y fruta.

Eso sin olvidar zanahorias, pimientos, refrescos y un largo etcétera de productos que están siendo distribuidos desde el primer momento en los hogares en situación de emergencia social.

Con ayuda de un cañón de ozono

Con todo esto se trata de "colaborar entre todos para superar juntos esta etapa tan difícil, pues cada acción que hagamos, por muy pequeña que nos parezca, suma", explican en el Talaso Louxo La Toja, uno de los establecimientos que han querido "aportar un pequeño grano de arena donando la comida que teníamos en nuestro hotel para asuntos sociales".

Para efectuar ese reparto con garantías, Emergencias cuenta desde el lunes con un cañón de ozono; una máquina que ya había solicitado en enero y, según el alcalde, "nos va permitir desinfectar todos los vehículos municipales", entre ellos los empleados para el transporte de dichos alimentos, además de para desinfectar instalaciones públicas.

"Estamos actuando contra la pandemia de forma diligente y tomando todas las medidas a nuestro alcance", concluye Cacabelos.