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Mar de Frades y el CSIC plantan tres tipos minoritarios y desconocidos de uva blanca

El proyecto se desarrolla en el viñedo de Pazo do Monte -Tras los estudios científicos se analizará el posible valor comercial del vino obtenido con cada una de las variedades

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Mar de Frades y el CSIC plantan tres tipos minoritarios y desconocidos de uva blanca

Trabajadores de la bodega Mar de Frades y técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) plantaron ayer en una parcela elevada y en pendiente del Pazo do Monte, en Ribadumia, tres variedades de uva blanca únicas en el mundo, y prácticamente desconocidas para la ciencia.

Así, se han plantado medio centenar de plantas de cada una de las tres variedades, dos de las cuales ni siquiera tienen nombre para los vecinos de los lugares donde fueron recogidas. Así, las clases que se estudiarán en el Pazo do Monte serán la Brancellao Blanca, la Blanca Desconocida-1, y la Blanca Desconocida-2. Junto a ellas, se han plantado otros 50 ejemplares de Albariño y otros tantos de Godello, para comparar el comportamiento agronómico de cada una de las cinco variedades durante el estudio.

El proyecto tiene una doble finalidad. Los científicos obtendrán una información más completa sobre un grupo de especies de uva recogidas a lo largo de los años en lugares aislados de Galicia, de modo que conocerán sus periodos de brotación y maduración, sus grados de sensibilidad a las diferentes enfermedades, como el mildiu, la botritis y el oidio, las características de sus racimos, o la graduación de los caldos resultantes. La bodega, a su vez, podrá experimentar la elaboración de vinos nuevos, que en algunos casos podrían dar lugar a caldos con interés comercial.

En cualquier caso, los resultados no se conocerán de inmediato. Habrá que esperar al menos tres años para empezar a tener los primeros datos fiables, pero es probable que sea necesario esperar un poco más para obtener las conclusiones.

Sea como fuere, en el acto de ayer flotaba en el ambiente la sensación de que los participantes estaban asistiendo a un momento "histórico", en palabras de Carmen Martínez Rodríguez, directora de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia, uno de los departamentos integrados en el CSIC.

Cepas centenarias

En el mundo existen unas 6.000 variedades de vid, pero la mitad del vino que se elabora a nivel planetario se hace con apenas diez de ellas. Existen, por tanto, multitud de tipos minoritarios, prácticamente desconocidos, y hasta desaparecidos fuera de las instituciones científicas. En Galicia, la Misión Biológica custodia el material genético de un centenar de variedades de uvas recogidas durante los 30 últimos años en puntos de Galicia y Asturias, y algunas de ellas ya no existen en el campo.

Carmen Martínez explica que en el caso de las tres seleccionadas para el proyecto con Mar de Frades, algunas de ellas proceden de cepas de más de 200 años, de las que solo han llegado hasta hoy apenas un puñado de ejemplares. Son tan raras que tras realizar un cotejo genético con las demás variedades, han llegado a la conclusión de que no existen en ningún otro punto del globo. "Galicia es una de las zonas con mayor riqueza varietal, y estas que hemos escogido para el proyecto son pequeñas joyas", añadió.

La directora de la sección de Viticultura de la Misión Biológica está convencida de que se trata de unas uvas, "especialmente interesantes", y que serán capaces de producir, "vinos distintos, originales y de calidad". Supone que proceden de la vid silvestre, y que son el resultado de posteriores cruzamientos con otras variedades, de ahí que sus manifestaciones sean diferentes según los diferentes territorios.

La enóloga y directora de Mar de Frades, Paula Fandiño, dijo a su vez que la bodega, "está preocupada por la innovación", y que quiere apostar por las variedades autóctonas gallegas, puesto que la incorporación de más tipos de uvas a la vinificación contribuirá, "a mantener la biodiversidad vegetal de Galicia". "Con este tipo de proyectos estamos escribiendo el futuro, y esto es un camino abierto al conocimiento de nuevos vinos", resumió.

La parcela donde se llevarán a cabo los trabajos experimentales se encuentra en el llamado Pazo do Monte, donde Mar de Frades posee 25 hectáreas de terreno. Se seleccionó para el estudio un lugar alto y en pendiente, pues se pretendía apartarlo lo máximo posible del río Umia y hacer la plantación en un suelo poco profundo y que drenase bien. Las propias Carmen Martínez y Paula Fandiño fueron las encargadas de plantar la primera cepa, junto al delegado del CSIC en Galicia, Antonio de Ron Pedreira.

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