El Año Nuevo llega con cambios profundos en dos de las bandas de música más destacadas de O Salnés y Ullán, como son la Agrupación Músico Cultural de Ribadumia y la Banda de Catoira. Sus respectivos directores se van, tras década y media dirigiendo estas formaciones. Víctor Manuel Fernández Vázquez ya lo dejó el pasado fin de semana en Ribadumia, y Carlos Figueira Abuín lo hará el lunes próximo, cuando finalice la trigesimoprimera edición del Concerto de Reis. En ambos casos, lo dejan para permitirse un respiro, convencidos de que en la vida todo tiene un tiempo, y de que no hay que tenerle miedo a los finales.

Víctor Fernández y Carlos Figueira no solo tienen en común el dejar la dirección de sus respectivas bandas casi al mismo tiempo, sino que forman parte de una misma generación de músicos. Ambos nacieron a principios de la década de los 70 (Fernández en 1973, y Figueira un año más tarde), y pudieron recoger los frutos del intenso trabajo realizado por una generación de músicos que había iniciado el camino de la profesionalización, importando a Galicia la formación especializada que ellos habían tenido que salir a buscar a Madrid y otras capitales.

Los dos directores crecieron entre partituras e instrumentos. Víctor Manuel Fernández, natural de Corvillón (Cambados), era un niño cuando empezó a estudiar música en Castrelo, primero, y en Vilanova, después. Carlos Figueira, nacido en Asados (Rianxo), dio sus primeros acordes en Rianxo, aunque el grueso de su formación inicial la recibiría en Catoira.

A principios de los 80, los estudios de carácter profesional de Música aún no eran habituales, pero fue el camino que escogieron Víctor Manuel Fernández y Carlos Figueira. El primero de ellos hizo la carrera superior de trompeta, mientras que el barbanzano optó por el bombardino y el trombón.

Tiempo después, a ninguno de ellos les han faltado las ofertas laborales. Carlos Figueira tomó las riendas de la banda de Rianxo con solo 21 años, y hace 15 años empezó a dirigir la de Catoira, trabajo que en los últimos tiempos compatabilizaba con su labor de músico profesional en la Banda Municipal de A Coruña, y con la realización de un máster en dirección de bandas en Países Bajos que imparte el célebre Jan Cober.

Víctor Manuel Fernández se curtió como director sustituto en Vilanova o la Artística de Bueu antes de tomar la batuta de la Agrupación Músico Cultural de Ribadumia, hace ahora 16 años. Como intérprete, forma parte de la BUM de Pontevedra.

Ambos directores pueden presumir también de un arduo trabajo, que ha deparado a sus bandas más de una alegría. La Músico Cultural ganó en 2015 el Certame Galego de Bandas en la sección segunda, y sorprendió a todo el universo bandístico gallego al quedar segunda en un certamen provincial con una banda infantil que se midió a otras formadas por jóvenes y adultos. La de Catoira, por su parte, ganó el certamen provincial de 2003 y quedó segunda en el concurso internacional Villa de Aranda, celebrado en 2014 en esta ciudad castellana.

Ahora se van en busca de un respiro y un tiempo para ellos. Tras década y media inmersos en un trabajo tan absorbente como la dirección de una banda y viendo como la relación con muchos de los músicos más veteranos se ha transformado en amistad, creen que ha llegado el momento de hacerse a un lado. "Todo tiene su principio y su final", afirma Figueira. "La vida son ciclos", plantea a su vez Fernández.

El concierto de despedida de Ribadumia ya fue, y el de Catoira será el Día de Reyes, a las 19.00 horas, en el Auditorio municipal.