Vecinos de O Grove residentes en el entorno de O Con denuncian desde hace meses la presencia de un perro y un coche "abandonados". En realidad tienen dueño y pertenecen a una familia del lugar, pero el vehículo "está destartalado, ocupando la vía pública y pudriéndose", mientras que el can "anda suelto por la calle, es un peligro para los peatones y no deja de defecar en la acera, sin que nadie lo recoja".

Así lo transmitieron tanto por escrito -con la firma de un nutrido número de ciudadanos-, como verbalmente, en varias ocasiones.

La última fue ayer, cuando unos quince vecinos acudieron al consistorio para reunirse con el concejal de Limpieza del gobierno socialista, Juan Ramón Outeda, y exigirle la adopción de soluciones urgentes.

"Si no nos hacen caso y no solucionan el problema volveremos todos juntos el lunes para protestar y veremos el modo de que nos hagan caso", indican los denunciantes.

Ayer le explicaron que "el perro es grande, defeca en la calle, no deja que nos acerquemos a los contenedores cuando queremos tirar la basura y es un auténtico peligro, sobre todo para los niños".

También declaran que "los dueños dejan que el perro ande suelto, y por si fuera poco está desnutrido e incluso parece tener una enfermedad en la piel, por lo que aumenta el peligro".

Hay ciudadanos de O Con afectados por esta situación que aseguran padecer este problema "desde hace un año", a lo que añaden que la situación del barrio es "penosa", tanto por el can como por el citado coche.

El vehículo está destrozado y aparentemente inservible, incluso con una mesa encima del capó. Está permanentemente estacionado en un estrecho vial, "proyectando una imagen penosa de la zona y obstaculizando el paso".

Es por todo ello que demandan la mediación del ejecutivo local, "para que podamos estar tranquilos en el bario".