Para garantizar la preservación de un recurso tan importante como lo centollo, la Consellería do Mar establece vedas como la iniciada en junio y finalizada el sábado, así como topes de captura que eviten la esquilmación: 35 kilos de centollo por cada barco y día de faena, con 35 kilos diarios más por cada tripulante enrolado y a bordo.

Asimismo, para garantizar la calidad del producto obtenido, lo que se hace en puertos como O Grove, donde alcanza sus mayores precios, es establecer una tarifa mínima de subasta, de tal forma que por debajo de ella -en este caso es de 9 euros por kilo- ya no se vende este crustáceo, sino que se queda en el mar.

Estos son algunos de los aspectos más destacados de esta nueva campaña de pesca, de la que pueden participar 919 embarcaciones autorizadas para el manejo de los "miños" en toda Galicia, 108 de ellas en la zona geográfica de Vigo, 130 en la de Pontevedra, 123 en Muros y 209 en Arousa.

Las embarcaciones Tipo I y II, y por tanto menores de 2,49 TRB (Toneladas de Registro Bruto), pueden emplear 40 piezas de "miños", el equivalente a 2.000 metros de red; mientras que las de Tipo III, de 2,50 a 4,99 TRB, disponen de permiso para 4.000 metros (80 piezas); las de Tipo IV y V, de 5 a 9,99 TRB, están autorizadas para largar 5.500 metros (110 piezas); y, por último, las embarcaciones Tipo VI y VII, de 10 TRB en adelante, pueden hacer lo propio con 140 piezas (7.000 metros).

Más del 70 % de las descargas de cada campaña proceden de la flota que trabaja con esas redes conocidas como "miños", mientras que el 30% restante llega a puerto en embarcaciones que utilizan artes como los "trasmallos", nasas y "raeiras".