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Infraestructuras de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en O Salnés

Varias familias se mudan a pisos y los detenidos irán a otras localidades

La Guardia Civil de Cambados se traslada provisionalmente al centro social de A Mercede. Pero la mudanza no será una cuestión de meses, sino de años. El cuartel actual y sus dependencias anexas están en tal mal estado que no queda más remedio que demolerlas todas. Y dado que habrá que construir desde cero un nuevo puesto, el traslado será largo. En concreto, el servicio policial permanecerá en A Mercede hasta finales de 2022 en el mejor de los casos. Pero, siendo realistas, el nuevo cuartel no se estrenará hasta dentro de cuatro años, ya en pleno 2023.

La mudanza ya ha empezado, y se materializará del todo en cuestión de semanas, en cuanto el Ayuntamiento, la Subdelegación del Gobierno y la Guardia Civil firmen un convenio de colaboración para la cesión de espacios. La intención del Instituto Armado es mantener en A Mercede todos los servicios que ya está prestando en el cuartel actual, con excepción de la Intervención de Armas, que se ha desplazado a Vilagarcía.

Seguirán trabajando la treintena larga de funcionarios que ya lo están haciendo en el puesto, y mientras tanto se irá tramitando la construcción del nuevo edificio. La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, y el coronel jefe de la Guardia Civil en Pontevedra, Simón Venzal, indicaron que el nuevo cuartel de Cambados pasa a ser ahora, "una prioridad absoluta" para la Guardia Civil.

La previsión es que la obra cueste unos seis millones de euros, y que el edificio se construya en el mismo solar que el actual, que será derribado en su totalidad. Larriba y Venzal añaden que el nuevo puesto tendrá capacidad para un centenar de agentes -más que en la actualidad-, pues el Instituto Armado pretende centralizar en Cambados ciertos servicios que se están dando a nivel comarcal. Eso sí, Venzal ha querido dejar claro que no se va a cerrar ningún cuartel en O Salnés. "No nos planteamos cerrar ninguna dependencia".

"El nuevo cuartel reforzará el papel que la Guardia Civil juega en Cambados y en la comarca, y pasa a ser una prioridad absoluta para el Ministerio del Interior", reseñó a su vez Maica Larriba.

La subdelegada elogió también la colaboración que se le prestó desde el Ayuntamiento de Cambados. "Ha habido una total y absoluta coordinación entre todas las administraciones, que han encontrado en un tiempo récord una solución a un problema difícil".

La alcaldesa, Fátima Abal, justificó la búsqueda de otro inmueble para la Guardia Civil, "porque era una prioridad absoluta", que se quedase en Cambados.

El nuevo emplazamiento se encuentra muy cerca de la plaza de Fefiñáns, como el anterior. A Mercede está en la avenida da Coruña, con lo cual siguen relativamente cerca tanto de la vía rápida de Cambados a Vilagarcía como de la que conduce a Ribadumia y la Autovía. En principio, no será necesario acometer obras en A Mercede, ya que el inmueble ya está dividido por dentro.

Un proyecto dormido

Hacía más de una década que Cambados reclamaba un arreglo integral del cuartel de la Guardia Civil o, mejor aún, la construcción de uno nuevo. Incluso llegó a haber sobre la mesa un ambicioso proyecto, y dotación presupuestaria para el mismo. Pero con la crisis económica, el Ministerio del Interior metió en un cajón la vieja aspiración de Cambados. En Madrid, le dieron la espalda al nuevo cuartel tanto el PP como el PSOE.

Pero en los últimos años el deterioro de las instalaciones se hacía tan patente que el Concello y la Diputación decidieron echar mano de la situación y ponerle unos remiendos al puesto. Se aprobó una inversión de 173.500 euros. No obstante, a las pocas semanas obreros y técnicos se encontraron con una desagradable sorpresa, y era que el edificio se caía a pedazos.

Se pasó aviso a las instancias superiores, y los técnicos de la Guardia Civil llegaron a la conclusión de que el cuartel de Cambados era una ruina de tal envergadura que no resistiría a ninguna obra de cierto calado. Así las cosas, todas las administraciones implicadas se pusieron a trabajar contra el reloj para encontrar una solución.

El Ayuntamiento no quería de ningún modo que la Guardia Civil se fuese de Cambados, y el cuerpo de seguridad tampoco quería dejar esta localidad, donde actualmente trabajan cerca de 40 agentes. Finalmente, se encontró una ubicación posible para el traslado, y este se hizo oficial ayer, tras una reunión entre el Concello, la Subdelegación del Gobierno y los altos mandos de la Guardia Civil.

Larriba reconoce que el nuevo acuartelamiento de la Vila do Albariño, "no estaba entre las prioridades" para Interior, pero que "los nuevos acontecimientos han obligado a contemplarlo así". Lo que no se sabe es como influirá esto al proyecto de cuartel de Vilagarcía.

En los acuartelamientos de la Guardia Civil hay viviendas para los guardias. El mal estado de las dependencias de Cambados hizo que la mayoría de las familias se estableciesen en pisos o casas civiles, pero todavía quedan algunos residentes en el cuartel. Van a ser desalojados, de ahí que ellos, o las administraciones, deberán buscar una alternativa de residencia para los próximos años.

En el futuro cuartel se mantendrán las viviendas para los guardias que decidan vivir dentro del mismo.

En lo que respecta a las dependencias para la custodia de los detenidos, en A Mercede no las habrá.

El cuartel actual sí cuenta con ellas, y era allí donde acababan la mayoría de los arrestados en el término municipal o los alrededores. Ahora, será necesario trasladarlos a la base de la Policía Local de Cambados, que sí dispone de calabozos, o a otros cuarteles próximos, como Vilagarcía, Sanxenxo o Pontevedra.

El nuevo cuartel, cuyo proyecto todavía debe ser redactado, sí contemplará celdas para los detenidos.

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