Tanto en primavera, cuando se produce el movimiento migratorio prenupcial, como ahora que entra el otoño, y con él la ruta postnupcial, localidades como O Grove. Su estratégica posición geográfica convierte esta localidad arousana en una atalaya privilegiada desde la que se puede observar el desplazamiento de los pájaros hacia sus cuarteles de invierno.
Se calcula que unos 5.000 millones de aves pueden efectuar esta ruta que se repite dos veces al año, primero para buscar las zonas de cría y afrontar el verano -migración primaveral- y después para evitar los rigores del invierno y encontrar disponibilidad de alimento.
Es por ello que las aves se mueven entre los países del norte de Europa y África -o viceversa-, encontrando en O Grove un lugar de refugio o reposo para muchas de ellas, ya que hay especies que deciden quedarse en esta localidad a criar o pasar el invierno, mientras que otras se detienen en ella para reponer fuerzas antes de seguir con su largo viaje.
De ahí que el municipio cobre un protagonismo especial en épocas como la actual, tanto desde el punto de vista medioambiental como desde una perspectiva turística, ya que la ornitología es un valor en alza por el que apuesta la localidad desde hace mucho tiempo.
Prueba de ello es la promoción que hace nuevamente el Concello de O Grove, esta vez, aprovechando el movimiento migracional citado, de su Reserva Ornitológica; una figura de protección medioambiental gestionada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).
A través del Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO), impulsado por el propio Ayuntamiento de O Grove con el respaldo de la Fundación Biodiversidad y la Consellería de Medio Ambiente, la Administración local da cuenta, como se decía anteriormente, de que la cifra de aves en ruta entre los dos continentes "puede rondar los 5.000 millones".
Dicho esto, y al tiempo que animan a la sociedad a disfrutar de las aves, ya sea fijándose en lo que sucede en el cielo o en zonas de reposo y alimentación como el Complejo Intermareal Umia-O Grove, el Concello resalta el papel que desempeña la Reserva Ornitológica en esta migración postnupcial.
El PIO incide así en su apuesta por la conservación de la biodiversidad, la mejora del hábitat, el desarrollo sostenible y la divulgación.
Atendiendo a esos valores presenta el éxodo de las aves como "uno de los fenómenos más extraordinarios de la naturaleza", aclarando que se trata de "un desplazamiento regular y bianual de las aves que éstas realizan no necesariamente para huir del frío ya que lo toleran bien, sino para tener disponibilidad de recursos alimenticios".
Enormes dificultades
Enormes dificultadesEs por ello que "las aves migran y pueden recorrer miles de kilómetros cruzando continentes, hemisferios e incluso de una punta a otra del planeta; además de ser capaces de superar obstáculos tan fabulosos como océanos, montañas y desiertos, demostrando una fortaleza física y una capacidad de orientación y navegación increíbles".
Dicho esto, el modelo de desarrollo turístico, compromiso con el medio natural, solidaridad con el territorio y sostenibilidad de los recursos que es el PIO aclara que "es muy complicado dar una cifra de cuantas aves migran de su lugar de reproducción en el continente europeo a su zona de invernada en el africano".
Pero se estima, como se apuntaba anteriormente, que son "unos 5.000 millones de aves las que cruzan por nuestra área", entre ellas "900 millones de mosquiteros musicales ( Phylloscopus trochilus), un pájaro propio de las áreas templadas de Europa y Asia; y 75 millones de bisbitas arbóreos ( Anthus trivialis), "un típico habitante de las campiñas norteñas que en los años setenta inició una lenta expansión a lo largo del Sistema Central que fuera del área de cría de la mitad norte peninsular puede verse en periodos de paso migratorio", explica SEO.
También migran 260 millones de papamoscas grises ( Muscicapa striata), 250 millones de golondrinas comunes, 40 millones de aves rapaces y 700.000 cigüeñas blancas, entre otras especies.
