Mientras las capturas de nécora están por debajo de las de 2018, no sucede lo mismo con las de pulpo. El año pasado, el cefalópodo fue tan escaso, y hubo tal demanda de este producto para la exportación, que el precio se disparó de tal manera que más de un restaurante retiró el pulpo de sus cartas, y los que lo mantuvieron se vieron obligados a subir el precio de las raciones.

En la primera semana y media de campaña tras la veda, sin embargo, el pulpo ha sido relativamente abundante. "No se ve demasiado pulpo grande, pero el pequeño sí que abunda", sostiene Blanca Cao. A consecuencia de ello, han bajado algo los precios del producto en la lonja y las plazas de abastos.

"En O Grove se está vendiendo a entre 12 y 13 euros el kilo, y antes de la veda estaba yendo a entre 15 y 16", prosigue la pescantina grovense.

En lo que se refiere al cefalópodo, la lonja de Cambados está por encima de la de O Grove en lo que a ventas se refiere. Así, en la situada en Tragove se están subastando en torno a 700 kilos cada tarde, prácticamente el doble que en la ubicada en la plaza de O Corgo. En los dos últimos días con subasta (martes y miércoles) el "primer mío" se quedó en 9,55 y 9,90 euros el kilo, y los precios medios rondaron los siete euros. Unas cifras muy bajas comparadas a las de 2018, y que también están relacionadas, según el sector, con la abundancia de pulpo que está entrando en Europa procedente de los caladeros africanos.

Al igual que la nécora, el pulpo es otro producto imprescindible de la gastronomía gallega, sobre todo en verano.