La problemática derivada del uso de espacios públicos por los locales de hostelería en la calle Platería de O Grove va camino de llegar a una entente cordial. Esa fue la sensación recogida por Juan Ramón Outeda, concejal de Mantenimiento de Espacios Públicos, en la reunión mantenida con los profesionales del sector. Los trece establecimientos de la céntrica calle de terrazas estuvieron representados en una reunión en la que también estuvo la jefa de la Policía Local, Ana Peña.

La idea propuesta desde el Concello de O Grove es la de acotar las zonas destinadas a uso comercial con el pintado de unas líneas a ambos lados de la calle, dejando un vial central de tres metros para el tránsito de peatones, vehículos de emergencia y acceso a los garajes que existen en la céntrica calle.

Juan Ramón Outeda señaló que "consideramos que es la forma más correcta de ordenar los espacios. Cada establecimiento debe adaptarse a los metros cuadrados que tiene contratados y ceñirse a ellos. Todos tenemos que marcar unas pautas de actuación, pero sobre todo llevarlas a cabo por el bien común de profesionales, clientes, peatones y vecinos".

El pintado de las líneas se acometerá a la mayor brevedad. El apoyo a la medida no fue unánime puesto que algunos hosteleros apuntaron que su mobiliario de terraza necesita de un mayor espacio, pero en ese sentido el Concello reconoce que "no se pueden hacer concesiones. Cada local tiene los metros cuadrados que ha contratado en el Concello. Lo que no podemos hacer es pasar por encima de los intereses de todos los que pasan, viven y circulan por esa zona".

Juan Ramón Outeda también hizo referencia al reglamento sancionador apuntando que "la sanción siempre será el último recurso. Queremos llevarlo todo desde el diálogo y la buena entente de todos. Primamos el entendimiento y la buena voluntad. Todas las faltas están tipificadas y si hay que recurrir a ellas se hará, pero las cartas están boca arriba para todos desde un primer momento".

De la misma manera también se recordaron las pautas en lo que se refiere a los horarios de cierre, así como a la obligatoriedad de recoger debidamente el mobiliario de la terraza cuando el establecimiento esté cerrado al público. También se recordó la necesidad de mantener una adecuada limpieza de la calle.

Por último, Outeda Montenegro quiso destacar que "ningún hostelero se va a sentir perjudicado con la medida de marcar la calle. Se trata de que todo se desarrolle con armonía para evitar conflictos y se respeten los intereses de todas las partes implicadas".